Once estados de la UE han obtenido derechos de pesca en aguas del Sahara Occidental ocupado, como parte del Acuerdo de Pesca concluido con Marruecos. Los dueños de la pesca, que viven en pésimas condiciones humanitarias, reciben una ayuda de emergencia de la UE que supone sólo una mínima parte de lo que esos once estados recogerán.
WSRW 27.02 - 2014 21:45
El 10 de febrero de 2014, el Parlamento marroquí adoptó el acuerdo de Pesca entre la UE y Marruecos. Una vez concluido el proceso político, los pescadores de la UE esperan con impaciencia a que acaben todos los papeleos técnicos para poder zarpar rumbo a Marruecos -y al Sahara Occidental, la última colonia de África, ocupada en su gran parte por Marruecos.
Marruecos no tiene legitimidad legal ni moral para vender los ricos caladeros del Sahara Occidental, hecho que la UE prefirió ignorar cuando aceptó el trato. Pero ¿qué estados miembros de la UE se beneficiarán de este tan controvertido acuerdo?
El cuadro al final de este artículo muestra la concesión de licencias o cuotas pesqueras por categorías, según acordó el Consejo Europeo en noviembre del año pasado. Cuatro de las seis categorías incluyen la pesca en el Sahara Occidental, debido a su extensión geográfica: mientas cada una de estas categorías tiene un límite geográfico por el norte, todo está permitido al sur del paralelo 29, incluyendo las aguas del Sahara Occidental. Se trata de las categorías 3 a 6, artes menores en el Sur, demersales o de fondo, atuneros y pesca industrial para especies pelágicas.
Se ha derramado mucha tinta sobre los agresivos intereses españoles por este acuerdo en concreto, como lo muestra el lobby masivo llevado a cabo. En efecto, de las 108 licencias de pesca disponibles según el acuerdo, España va a recibir la parte del león: 90 licencias. La mitad de estas licencias podrían ser usadas en aguas del Sahara Occidental.
Las 18 licencias restantes se reparten entre Portugal -que consigue 14 licencias, de las cuales 4 podrían ser usadas en el Sahara Occidental- y Francia -que detenta 4 licencias que podrían, todas, ser usadas en las aguas ocupadas.
Además de las 108 licencias de pesca, el acuerdo permite 80.000 toneladas anuales para la lucrativa categoría de la industria pelágica, que supera a las 60.000 toneladas del acuerdo anterior. Estas 80.000 toneladas están repartidas en cuotas más pequeñas que se han concedido a varios estados miembros de la UE.
Los Países Bajos han conseguido la mayor tajada, con 24.567 toneladas, seguidos por Lituania, con 20.693 toneladas y Letonia, con 11.640. Siete otros estados cierran el reparto con cuotas más pequeñas: Alemania (6.467 toneladas), Polonia (4.525 toneladas), Reino Unido (4.525 toneladas), Irlanda (2.917 toneladas), Francia (2.644 toneladas), Portugal (1.555 toneladas) y España (467 toneladas).
La pesca pelágica (o alejada de la costa) es especialmente preocupante puesto que se da exclusivamente en las aguas del Sahara Occidental ocupado. Las reservas pelágicas de Marruecos han sido duramente sobreexplotadas, incluso agotadas. Ahora, las existencias del Sahara Occidental van a correr la misma suerte ya que son el objetivo de navíos industriales rusos y europeos, que actúan ilegalmente en connivencia con gobiernos de otros países, y de una creciente industria privada de flotas bajo banderas marroquí o caribeña, como lo señala Greenpeace en su informe de Noviembre 2013.
La UE pagará a Marruecos 30 millones de euros anualmente por esos derechos de acceso, más 10 millones a pagar por el sector pesquero. Esto sucede mientras los saharauis que huyeron del Sahara Occidental a causa de la ocupación ilegal de su territorio viven en una situación humanitaria desesperada. La UE paga a los saharauis sólo una pequeña parte en concepto de ayuda urgente a través de la organización humanitaria ECHO, de la UE.
Fuente: WSRW (Western Shara Research Watch)
El 10 de febrero de 2014, el Parlamento marroquí adoptó el acuerdo de Pesca entre la UE y Marruecos. Una vez concluido el proceso político, los pescadores de la UE esperan con impaciencia a que acaben todos los papeleos técnicos para poder zarpar rumbo a Marruecos -y al Sahara Occidental, la última colonia de África, ocupada en su gran parte por Marruecos.
Marruecos no tiene legitimidad legal ni moral para vender los ricos caladeros del Sahara Occidental, hecho que la UE prefirió ignorar cuando aceptó el trato. Pero ¿qué estados miembros de la UE se beneficiarán de este tan controvertido acuerdo?
El cuadro al final de este artículo muestra la concesión de licencias o cuotas pesqueras por categorías, según acordó el Consejo Europeo en noviembre del año pasado. Cuatro de las seis categorías incluyen la pesca en el Sahara Occidental, debido a su extensión geográfica: mientas cada una de estas categorías tiene un límite geográfico por el norte, todo está permitido al sur del paralelo 29, incluyendo las aguas del Sahara Occidental. Se trata de las categorías 3 a 6, artes menores en el Sur, demersales o de fondo, atuneros y pesca industrial para especies pelágicas.
Se ha derramado mucha tinta sobre los agresivos intereses españoles por este acuerdo en concreto, como lo muestra el lobby masivo llevado a cabo. En efecto, de las 108 licencias de pesca disponibles según el acuerdo, España va a recibir la parte del león: 90 licencias. La mitad de estas licencias podrían ser usadas en aguas del Sahara Occidental.
Las 18 licencias restantes se reparten entre Portugal -que consigue 14 licencias, de las cuales 4 podrían ser usadas en el Sahara Occidental- y Francia -que detenta 4 licencias que podrían, todas, ser usadas en las aguas ocupadas.
Además de las 108 licencias de pesca, el acuerdo permite 80.000 toneladas anuales para la lucrativa categoría de la industria pelágica, que supera a las 60.000 toneladas del acuerdo anterior. Estas 80.000 toneladas están repartidas en cuotas más pequeñas que se han concedido a varios estados miembros de la UE.
Los Países Bajos han conseguido la mayor tajada, con 24.567 toneladas, seguidos por Lituania, con 20.693 toneladas y Letonia, con 11.640. Siete otros estados cierran el reparto con cuotas más pequeñas: Alemania (6.467 toneladas), Polonia (4.525 toneladas), Reino Unido (4.525 toneladas), Irlanda (2.917 toneladas), Francia (2.644 toneladas), Portugal (1.555 toneladas) y España (467 toneladas).
La pesca pelágica (o alejada de la costa) es especialmente preocupante puesto que se da exclusivamente en las aguas del Sahara Occidental ocupado. Las reservas pelágicas de Marruecos han sido duramente sobreexplotadas, incluso agotadas. Ahora, las existencias del Sahara Occidental van a correr la misma suerte ya que son el objetivo de navíos industriales rusos y europeos, que actúan ilegalmente en connivencia con gobiernos de otros países, y de una creciente industria privada de flotas bajo banderas marroquí o caribeña, como lo señala Greenpeace en su informe de Noviembre 2013.
La UE pagará a Marruecos 30 millones de euros anualmente por esos derechos de acceso, más 10 millones a pagar por el sector pesquero. Esto sucede mientras los saharauis que huyeron del Sahara Occidental a causa de la ocupación ilegal de su territorio viven en una situación humanitaria desesperada. La UE paga a los saharauis sólo una pequeña parte en concepto de ayuda urgente a través de la organización humanitaria ECHO, de la UE.
Fuente: WSRW (Western Shara Research Watch)
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