Alia Chekh Ahmed El Hayba
Si algo ha caracterizado a la gran revolución del pueblo saharaui, tanto en contra de la colonización española como la invasión marroquí, ha sido ese sentimiento de nación y patria, sentimiento revolucionario definido por una tierra, igualdad ante el tribalismo, coraje caracterizado por un turbante y una melhfa, nostalgia por ese Rio de Oro, y una bandera definida por la valentía de revolución limpia, ansia de paz y luto por los mártires caídos en el combate, en el cual se luchaba con restos del armamento del bando contrario.
Sentimiento forjado por la defensa de unas características visibles solo en trab el bidan (tierra del beduino).Dentro o fuera de esa tierra, la misma nostalgia, valentía y fuerza se sentía, con tan solo una canción del grupo Chahid Luali. Nacidos después, antes o durante de la revolución, el saharaui compartía ese mismo sentir.
La base del problema actual no reside en el factor político, ya que como indico, es sólo un factor, junto con el económico y geográfico; el problema es la base social, la voluntad individual de unirse y trabajar por el bienestar social general.
Las primeras revoluciones sociales, económicas y políticas se basaban en este mismo efecto, voluntad de cada individuo para conseguir un resultado general, estas revoluciones marcadas por la unión social con un factor primordial, como en las revoluciones en América Latina, el factor nación, patria, madre y bandera. Si, ese fue el factor sorpresa que hizo la revolución saharaui (con el Polisario al frente) que sorprendió a la comunidad internacional, ese precisamente; un grupo de veinteañeros que movilizaron a una sociedad de jóvenes, madres y adolescentes, que caminaron miles de kilómetros y fundaron una sociedad, Estado, gobierno... . Esa constitución histórica, acompaña a Patria en este proceso; que define la forma de un pueblo con sus valores, características, antecedentes, su gobierno, estamentos, su ordenamiento político y social.
Si la Constitución histórica, es la leche con la que se amamanta a un pueblo nacido de la revolución, no hay derecho ni código que sea respetado como árbitro ante la ilegalidad y la injusticia. Si se deja de amamantar a ese pueblo durante la revolución, se entra en el juego del opresor y se pierde la patria.
Con el “The end” de la obra escenificada por el grupo de actores del tribunal militar de Rabat, de la cual yo tengo mis dudas, justicia emanada de lo contrario al derecho, basada en la ilegalidad, jueces que ejercen la no justicia...Comienza la entrada en escena del Polisario, veremos el rol que juega, si el de la complicidad ya que, mientras que se juzgaba a presos saharauis ilegalmente a cadena perpetua, hacía declaraciones invitando a las negociaciones en el ámbito político con la Monarquía Alauí (verdugo de estos presos) o la reacción ante esta situación. Hay legalidad o ilegalidad, la cuestión saharaui tiene una clara problemática de ilegalidad; pero… ¿Es necesario añadirle irracionalidad (característica principal del feudo marroquí), por parte del único y legítimo representante del pueblo saharaui?.
Cada acción tiene su reacción, y las acciones del Polisario, van encaminadas a un mal resultado; el pueblo, por muy ignorante que sea (cual no es el caso), reaccionará con la perseverancia de la revolución inicial y para ello hace falta corregir errores; uno de ellos es, precisamente, dedicar los esfuerzos mayoritariamente a la movilización por la ayuda humanitaria, en ver de imbricar todas estas acciones con el primordial objetivo político, que nos lleven a configurar estrategias para la recuperación de nuestro Estado, uniendo el discurso de legalidad con la acción, evitando con ello no anclarse en los errores del pasado, que para ello pasado es.
Es indispensable un giro en la estrategia del Polisario, tanto a nivel de política social como en la económica, que active de manera positiva al pueblo saharaui, indispensable para reavivar la causa, la lucha por la independencia, la liberación de su territorio, para afianzar las raíces del pueblo saharaui, indispensable para mantener su identidad. Ilusión por la recuperación de la Patria, que con el paso de años en el conflicto y el degradamiento del resultado obtenido; se ha ido perdiendo.
Y es que el secreto, la fórmula, la única manera de preservar nuestra identidad como pueblo, ante un invasor genocida y sus cómplices, para conseguir lo que muchos, mucho antes hicieron, es retornar a sus orígenes, revolución para volver a su Patria.
Sentimiento forjado por la defensa de unas características visibles solo en trab el bidan (tierra del beduino).Dentro o fuera de esa tierra, la misma nostalgia, valentía y fuerza se sentía, con tan solo una canción del grupo Chahid Luali. Nacidos después, antes o durante de la revolución, el saharaui compartía ese mismo sentir.
La base del problema actual no reside en el factor político, ya que como indico, es sólo un factor, junto con el económico y geográfico; el problema es la base social, la voluntad individual de unirse y trabajar por el bienestar social general.
Las primeras revoluciones sociales, económicas y políticas se basaban en este mismo efecto, voluntad de cada individuo para conseguir un resultado general, estas revoluciones marcadas por la unión social con un factor primordial, como en las revoluciones en América Latina, el factor nación, patria, madre y bandera. Si, ese fue el factor sorpresa que hizo la revolución saharaui (con el Polisario al frente) que sorprendió a la comunidad internacional, ese precisamente; un grupo de veinteañeros que movilizaron a una sociedad de jóvenes, madres y adolescentes, que caminaron miles de kilómetros y fundaron una sociedad, Estado, gobierno... . Esa constitución histórica, acompaña a Patria en este proceso; que define la forma de un pueblo con sus valores, características, antecedentes, su gobierno, estamentos, su ordenamiento político y social.
Si la Constitución histórica, es la leche con la que se amamanta a un pueblo nacido de la revolución, no hay derecho ni código que sea respetado como árbitro ante la ilegalidad y la injusticia. Si se deja de amamantar a ese pueblo durante la revolución, se entra en el juego del opresor y se pierde la patria.
Con el “The end” de la obra escenificada por el grupo de actores del tribunal militar de Rabat, de la cual yo tengo mis dudas, justicia emanada de lo contrario al derecho, basada en la ilegalidad, jueces que ejercen la no justicia...Comienza la entrada en escena del Polisario, veremos el rol que juega, si el de la complicidad ya que, mientras que se juzgaba a presos saharauis ilegalmente a cadena perpetua, hacía declaraciones invitando a las negociaciones en el ámbito político con la Monarquía Alauí (verdugo de estos presos) o la reacción ante esta situación. Hay legalidad o ilegalidad, la cuestión saharaui tiene una clara problemática de ilegalidad; pero… ¿Es necesario añadirle irracionalidad (característica principal del feudo marroquí), por parte del único y legítimo representante del pueblo saharaui?.
Cada acción tiene su reacción, y las acciones del Polisario, van encaminadas a un mal resultado; el pueblo, por muy ignorante que sea (cual no es el caso), reaccionará con la perseverancia de la revolución inicial y para ello hace falta corregir errores; uno de ellos es, precisamente, dedicar los esfuerzos mayoritariamente a la movilización por la ayuda humanitaria, en ver de imbricar todas estas acciones con el primordial objetivo político, que nos lleven a configurar estrategias para la recuperación de nuestro Estado, uniendo el discurso de legalidad con la acción, evitando con ello no anclarse en los errores del pasado, que para ello pasado es.
Es indispensable un giro en la estrategia del Polisario, tanto a nivel de política social como en la económica, que active de manera positiva al pueblo saharaui, indispensable para reavivar la causa, la lucha por la independencia, la liberación de su territorio, para afianzar las raíces del pueblo saharaui, indispensable para mantener su identidad. Ilusión por la recuperación de la Patria, que con el paso de años en el conflicto y el degradamiento del resultado obtenido; se ha ido perdiendo.
Y es que el secreto, la fórmula, la única manera de preservar nuestra identidad como pueblo, ante un invasor genocida y sus cómplices, para conseguir lo que muchos, mucho antes hicieron, es retornar a sus orígenes, revolución para volver a su Patria.