viernes, 21 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A LA Presidenta de SAHARA MEDICAL Lehdia Mohamed Dafa

FUTURO SAHARAUI : Cómo surge la idea de fundar una Asociación de médicos saharauis en España? 
La idea de seguir ayudando a la población saharaui en los Campamentos está en la mente de todos los profesionales saharauis de la diáspora. Encontrar fórmulas para seguir ayudando siempre ha estado en todas la discusiones ya sean oficiales, como el intento que hizo el anterior Ministro de Salud en el año 2007 o informales, como en la reunión que varios médicos saharauis celebramos a finales del 2009 y que sería el punto de partida para la organización de Sahara Medical. 
FUTURO SAHARAUI :  ¿Han recibido algún tipo de apoyo de parte del ministerio de sanidad saharaui? 
Antes de contestar, me gustaría aclarar que Sahara Medical es una organización totalmente independiente y no gubernamental constituida y registrada en España, que surge de la convicción de que aunque en su día decidimos emigrar no queremos perder el vínculo con nuestro pueblo y sentimos la obligación moral de seguir ayudando, de llevar asistencia médica, de compartir conocimientos con nuestros compañeros en los Campamentos y de defender el derecho a la salud de la población saharaui. Somos una parte de la que se viene denominando sociedad civil y nuestra filosofía es ayudar desde el compromiso pero también desde la total independencia del Ministerio o de cualquier otra institución.
Con el anterior ministro de salud pública, Sidahmed Tiyeb (Beri) tuvimos varias conversaciones relacionadas con la necesidad de que los médicos en la diáspora siguieran vinculados a los Campamentos y que pudieran ayudar a la población. En un determinado momento recibimos una carta de su puño y letra dirigida a mí personalmente donde el ministro pedía ayuda de forma urgente para organizar y animar a los compañeros para hacer frente a la denigrante situación de la sanidad en los Campamentos. Ese fue quizás el pistoletazo de salida para organizar Sahara Medical. Constituida la Asociación invitamos al Ministerio, ya con el actual ministro en el cargo, a participar en nuestro primer acto público: las 1ª Jornadas científicas y solidarias de Médicos Saharauis en España, que organizamos en mayo 2012 en Madrid. Aunque el actual ministro no asistió, otros de sus colaboradores respondieron de forma positiva participando en las mismas, lo cual es de agradecer evidentemente.

FUTURO SAHARAUI :  Han estado presentes últimamente en los campamentos, nos ¿ podrías informar a los lectores sobre, en qué ha consistido vuestra actividad allí? 
Sahara Medical es una ONGD bastante joven, tenemos solo un año de vida, y sin embargo, llevados por nuestro deseo de ayudar hemos realizado varios proyectos. A parte de la organización de esas primeras jornadas científico-solidarias de médicos saharauis en España, que fue una exitosa experiencia de aprendizaje mutuo entre saharauis y españoles vinculados al mundo de la Cooperación sanitaria y de haber participado en el congreso de la asociación de médicos árabes en Europa (ARABMED) celebrado en Madrid en octubre de 2011, en los Campamentos hemos diseñado e impartido en hasania un Curso de Farmacia para Atención Primaria a todo el personal vinculado a la farmacia de los dispensarios, hospitales regionales y el hospital nacional, una experiencia pionera, ya que hasta la fecha la formación la daban normalmente extranjeros con traductores no siempre profesionales haciendo que se perdiera gran parte de la información. También hemos enviado tres comisiones médicas mixtas constituidas por voluntarios españoles y saharauis entre médicos especialistas y enfermeras de septiembre  a noviembre. Estas comisiones han atendido a más de 3.000 personas en las wilayas de El Aaiún y Smara. 
FUTURO SAHARAUI :  Hoy por hoy se pueden contar con los dedos de la mano, los médicos que quedan en los campamentos ¿Existe alguna iniciativa o medida en el futuro para frenar la emigración de los médicos?
R/ Somos conscientes de que la situación sanitaria en los campamentos es cada día más precaria, y que cualquier esfuerzo que se haga será insuficiente frente a tanta necesidad. No sabemos cuales son las iniciativas del Ministerio para frenar la salida masiva de los profesionales de los Campamentos, por no hablar de estimular su retorno o la forma en que puedan al menos temporalmente prestar sus servicios, pero la presencia de casi 200 médicos saharauis en España es una realidad que forma parte del drama que está viviendo nuestro pueblo. De nada sirve hacer juicios al respecto, se trata de adoptar medidas eficaces para que nuestros compatriotas en los campamentos y fuera de estos, reciban toda la asistencia médica que precisan. Sahara Medical en estos meses ha demostrado que los médicos saharauis pueden organizar comisiones médicas a los Campamentos y recabar apoyos para mejorar la salud de nuestros hermanos. Iniciativas como esta son las que creemos que hay que apoyar y fomentar.
FUTURO SAHARAUI :  Han pensado como ONG prestar algún tipo de ayuda a alguno
de los casos de enfermos más graves que están en España?
Entre nuestros objetivos, recogidos en los estatutos, está el de llevar asistencia médica y defender el derecho a la salud de la población saharaui donde quiera que esté. Por supuesto estamos dispuestos a ayudar a enfermos que estén en España en la medida de nuestras posibilidades, de hecho algunos de nosotros ya lo hemos hecho a título individual. Y también nos gustaría llegar a la población en las zonas ocupadas, pero donde creemos que nuestra labor resulta insustituible en este momento es en los Campamentos. 
FUTURO SAHARAUI :  ¿Han pensado en ampliar la asociación a los médicos y personal sanitario en general que esta fuera de España? 
Estamos abiertos a colaborar con todas las personas, profesionales de la salud y de la cooperación que compartan nuestros objetivos, tanto dentro como fuera de España. Tratamos de tener una importante presencia en las redes sociales para que cualquier persona que quiera colaborar pueda ponerse en contacto con nosotros. 
FUTURO SAHARAUI : ¿Qué proyectos tienen para el futuro? 
Nos gustaría continuar con el envío de comisiones médicas a los Campamentos mientras siga habiendo escasez de médicos y encontremos la colaboración necesaria aquí y allí. También creemos que la formación y actualización de conocimientos de los compañeros sanitarios y farmacéuticos locales es un área en la que podemos realizar un trabajo eficaz y por último no descartamos desarrollar proyectos de educación para la salud y de sensibilización para la población, que en una situación como la que se da en los Campamentos puede tener una incidencia importante. En estos momentos estamos esperando que el Ministerio de Salud Pública, simplemente, nos de vía libre para seguir con nuestra labor.
Muchas gracias por esta oportunidad.

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martes, 18 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A LA ACTIVISTA SAHARAUI GHALIA DJIMI

ENTREVISTA EN EXCLUSIVA PARA RASD NEWS
Texto: © Elisa Pavón Fotos: © Carlos Carrión
La cara más humana del activismo pacífico saharaui
GHALIA DJIMI: “LA JUSTICIA QUE EXIGIMOS PARA EL PUEBLO SAHARAUI JAMÁS PODRÁ TAPARSE, PORQUE ES MÁS BRILLANTE QUE EL SOL”
Conversar sobre Derechos Humanos con Ghalia Djimi es descubrir de golpe cuán ignorante es una. De nada sirve acumular vivencias y experiencias, ya sean buenas o malas, enriquecedoras y gratificantes o lamentables y vergonzantes. Y digo que de nada sirve si de ellas no se extrae en conclusión cómo, cuánto y de qué forma afectan a las personas, a la sociedad civil que se ve afectada de esas situaciones que conformaron en su día nuestras experiencias. Ella, Ghalia Djimi, es una abanderada de la defensa de los derechos humanos saharauis, una mujer convencida de que la resistencia pacífica es “una característica única en el mundo que identifica claramente al pueblo saharaui en su reivindicación de libertad y autodeterminación”.
Irradia calma, genera a su alrededor un inevitable ambiente de bienestar, de tranquilidad. Sea lo que sea que comenta, lo hace con voz parsimoniosa, conectando a través de la armonía de sus palabras con una realidad áspera, dura, cruel e injusta, pero que ella convierte en argumentos sólidos, de peso, casi imposibles de contravenir. Y comenta seria y firme, pero con un deje de súplica: “Pediría con toda mis fuerzas que la juventud saharaui, hoy posicionada claramente a favor de la vuelta a la luchar armada, nos ayude a empujar a la comunidad internacional a que reconozcan nuestros derechos; que nos ayude a dar a conocer la verdad de nuestra lucha pacífica, para que el pueblo saharaui pase a la historia como el único ejemplo vivo de este tipo de lucha sin violencia que es el pacifismo, nuestra resistencia pacífica que dura ya más de 37 años”.
Nacida el 28 de mayo de 1961 en Agadir (Marruecos), Ghalia Djimi recorre su vida en pocos minutos, porque de ella extrae la esencia de cuanto le da fuerzas para mantener viva la esperanza de su causa, para mantenerse diariamente en la convicción de que es posible alcanzar el objetivo de la libertad. “Nunca me planteé retirarme de la lucha, nunca pensé en tirar la toalla, jamás _asegura Ghalia Djimi_. Mantengo la esperanza gracias a mis con dos premisas de vida: Primero, la creencia en Dios; segundo, la creencia en la legitimidad de la causa. Ambas cosas me dan toda la fuerza para continuar, a pesar del miedo, a pesar de tanto sufrimiento y de tanto sacrificio… Estoy convencida 100% de que vamos a lograr el referéndum y con él, nuestra libertad”.
Me cuenta cómo era la vida en los años 60 y 70 en un barrio marginal de Agadir, donde vivía en reclusión y aislamiento absoluto una comunidad de origen saharaui afincada en Marruecos. “Es el barrio de Lekhiam, en referencia a la palabra “Lejiam” que es el plural de jaima. Allí vivían mis abuelos y allí nací, en un barrio donde los marroquíes nos aislaron por ser saharauis tras un gran terremoto que hubo en 1960. Se destruyeron las casas y, pese a que todo se reconstruyó en la ciudad, este barrio permaneció hasta 1981 sin luz y sin agua porque era donde vivían “los polisarios”, que es como nos llamaban entonces y como nos siguen llamando hoy en día”. Y dice hasta 1981 porque esa es la fecha en que la comunidad saharaui logró que les vendieran las tierras de aquél barrio marginal y ellos mismos, poco a poco, han logrado convertirlo en “zona habitable, con luz y agua, en un intento de mantener por encima de todo nuestra dignidad como saharauis, pese a tener que vivir marginados y sometidos constantemente a vejaciones racistas”.
Actualmente, asegura Ghalia Djimi, existen varios barrios marginales donde reside población saharaui en distintas ciudades marroquíes, como Duar Dum y Takadom, en Rabat, o Duar Learab, en Kenitra. “La situación que viven es muy difícil. No tienen derechos, se les trata como escoria, sobreviven diariamente a los desaires que les hacen y son víctimas de un racismo extremo, que no tiene lógica ni razón, pero que es constante y dramático para nuestros hermanos”, dice Ghalia Djimi, mientras recuerda cómo sufrió siendo pequeña la crueldad del racismo, la perseverancia de los defensores de prejuicios sociales mal entendidos: “Ser saharaui nos cuesta mucho sufrimiento, muchas vejaciones y demasiados sacrificios”.
Y lo ve más claro cuando se plantea el nuevo escenario que se vive en el Sáhara Occidental ocupado hoy en día. Ghalia Djimi trata de sacar adelante con la ayuda de su marido a sus cinco hijos, cuatro mujeres y un varón, con edades comprendidas entre 9 y 17 años. “Desde la Intifada de 2005, ya nada es clandestino en el Sáhara Occidental. Las violaciones de derechos humanos, a todos los niveles, son visibles, evidentes… Mis hijos, aunque nosotros hemos intentado mantenerlos al margen y que se concentren en sus estudios, están implicados en el activismo, están viviendo diariamente la represión y eso les ha hecho reaccionar, como a todos”, comenta.
“Desde hace 7 años, mis hijos están viendo día a día la represión bajo los manifestantes. Han visto sangre, la tortura y empezaron a preguntarme por la situación, a querer saber qué es lo que ocurre y por qué… Hasta entonces, yo no había querido hablarles del tema, para mantenerlos al margen, pero ahí ya me vi obligada a explicarles, a hablar con ellos para hacerles entender y comprender la causa”, asegura Ghalia Djimi, quien tuvo que contarles a sus hijos que permaneció tres años y siete meses como detenida desaparecida, junto a Aminetou Haidar, sin que sus familiares supieran si estaba viva. Y es por ello precisamente que intenta que lo único bueno que tuvo aquel periodo de encarcelamiento, que fue el haber conocido al que hoy es su marido, se traslade a sus hijos como “la parte positiva que hay que extraer de todas las circunstancias de la vida”. Pero le resulta difícil, porque Ghalia Djimi tiene a su abuela, a la que fuera su madre porque es quien realmente la crio en aquél barrio marginal de Agadir, desaparecida desde que se iniciara el conflicto en 1975 y ese es un peso demasiado grande para ocultarlo o para dejarlo caer en el olvido. “Me siento mal por haber tenido que contarles todo mi pasado _reconoce_, porque siempre traté de evitarles el sufrimiento que yo he vivido, pero la verdad es que ellos también llegan a casa contando cosas tremendas que yo considero inaceptables, aunque a ellos no se lo digo, pero ellos ya tienen edad para ir sacando sus propias conclusiones de todo”.
Lo difícil es encontrar el equilibrio
“Mi objetivo ha sido siempre intentar conseguir que no odien a la población marroquí, sino que entiendan que es una causa política… Ahora, me cuesta mucho mantener este principio, porque hoy en día Marruecos utiliza a los colonos contra los saharauis, por lo que la situación se ha hecho aún más dura y no sé cómo sacar del conflicto a la población marroquí, ya que una parte de ella realmente está integrada y participa de forma activa en la represión que sufre mi pueblo”. Con impotencia y nula resignación, Ghalia Djimi afirma haberse tenido que enfrentar a la dirección del centro escolar donde estudian sus hijos “porque les obligan a aprenderse y a cantar todas la mañana el himno marroquí y, realmente, no tienen ningún derecho a imponerles esto”, si bien a sus hijos les dijo que “deben cantar el himno porque es un deber de la escuela, no tiene nada que ver con la realidad, pero hay que respetar donde estás estudiando”. Ella, como madre y activista, tiene la difícil misión de encontrar el equilibrio entre lo que desea evitar a sus hijos y lo que debe hacerles entender sobre la realidad de la situación. Lamenta profundamente que “yo les he metido en el activismo sin querer, porque todos los actos que realizo desde la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de Derechos Humanos (ASVDH) los tengo que hacer en mi casa, porque no tenemos sede. La policía viene constantemente a mi casa, a pesar de ellos, a pesar de mí…. Están en el activismo porque su madre es activista, su padre es activista, lo viven en casa, lo padecen y lo sufren fura de ella… La verdad es que es inevitable”.
Le pregunto a Ghalia Djimi cómo vive ella el hecho de ser considerada, igual que Aminetou Haidar, como una Ghandi, una Pasionaria o un Ché de la causa saharaui… ¿No es demasiada responsabilidad? “Para mí no es una presión, en absoluto… Quizá algún día nuestra vivencia de estar presas juntas sirva para que muchos otros no tengan que pasar por lo mismo. Estoy convencida de la importancia de lo que hacemos _asegura¬_, defender una causa justa desde la legitimidad es defender a los seres humanos, para vivir en dignidad, en paz, para aprender a convivir respetando y aceptando a los otros… Esta es mi convicción y, por ello, siempre estaré dispuesta a sacrificar lo que sea necesario para lograr este objetivo, porque la justicia jamás podrá estar tapada, es más brillante que el Sol”.
Ghalia Djimi me muestra su frustración, su pena por no saber cómo abordar la situación de hartazgo que caracteriza hoy por hoy a los jóvenes saharauis. “Este es el mayor problema que tenemos actualmente los defensores de derechos humanos saharauis, la postura de los jóvenes. Mi generación tiene inculcado el valor de la tolerancia, esa paciencia, esta manera de pensar… Los jóvenes no tienen esperanza de futuro, están hartos, buscan imágenes para dar a conocer la violencia y, eso mismo, sirve también para alimentar su malestar… Quieren volver a la lucha armada, utilizar la violencia como herramienta de expresión de su hartazgo. La comunidad internacional va a tener que cargar con la responsabilidad de solucionar este conflicto antes de que los jóvenes den paso a una violencia mayor y por las dos partes en la región, lo cual repercute negativamente en todo…. Aunque es difícil de parar”, asegura.
“Mi sueño es que los jóvenes valoren la importancia del tipo de lucha pacífica que los saharauis hemos defendido a lo largo de nuestra historia, que aprecien realmente lo que significa que seamos los únicos en defendernos a través de la resistencia pacífica”, sostiene Ghalia Djimi, casi en forma de súplica.
“A ti, como española que eres ¬_me dice mirándome fijamente a los ojos_, te pediría que transmitas que la sociedad civil de tu país que tiene que presionar al gobierno español para que vote como el Parlamento sueco en dirección a reconocer a la RASD (República Árabe Saharaui Democrática). Necesitamos apoyo político, especialmente político, no sólo el humanitario, que es primordial y básico para que la población saharaui sobreviva en los campamentos de refugiados… Para la resolución del conflicto es necesario apoyo político, así que tenéis que exigir a vuestro gobierno que adopte medidas para resolver una situación de la que son responsables y que es su asignatura pendiente histórica y moral”.
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