Ha finalizado el XIII Congreso y un enorme grito de dolor ha recorrido las venas del Sahara. La tristeza ha cubierto todos los hogares saharauis. Durante muchos, muchísimos años, hemos aguantado, en silencio, las erráticas decisiones de nuestros dirigentes, pero hemos comprobado que no aprenden de sus errores.
El enorme éxito social del que disfrutaba el POLISARIO en los años 1973 y 1974, cuando ninguno de sus dirigentes era conocido y tan sólo se les conocía por “falaga”, aquél éxito de antaño, ha derivado en el inasumible desgaste de hogaño.
Más de 35 años después de su fundación, el POLISARIO, está irreconocible. Casi toda la credibilidad, ante sus bases populares, la ha perdido en el camino.
Compañero Abdelaziz y compañera Jadiya. Desde hace años, estáis intentando corregir el rumbo. Lo habéis intentado todo. Os hemos sido leales. Hemos guardado prudentes silencios. Hemos acatado vuestras decisiones. Hemos votado o conminado a votaros en las elecciones. Hemos hecho nuestro trabajo con la cabeza bien alta. Ahora, haced el vuestro y dejad paso.
No creo necesario el escarnio político de los líderes venidos a menos ni la maledicencia sobre un Presidente que ha obtenido los peores resultados en la historia, pero sí creo en la firmeza de las voces que deben alzarse, de ahora en adelante, para decir, alto y claro, que hasta aquí hemos llegado. Es hora de que hablen esas interminables columnas de cuadros altos y medios que, durante tanto tiempo, ha cumplido fielmente, y en silencio, todos los cometidos que le habían sido encomendados.
Los resultados, pírricos resultados, de este XIII Congreso, han dejado demostrado que, Ustedes, son los mayores adversarios del progreso. Ustedes han opuesto una resistencia feroz a las reformas largamente soñadas por las bases populares. Os habéis opuesto a las más elementales normas de alternancia en el poder.
El mayor castigo para un dirigente ‘polisario’ es la pérdida de credibilidad. Somos muchos los que queremos comprobar que la entrega a la Causa, la responsabilidad política y la generosidad de Abdelaziz y Jadiya eran la garantía de sus actos. Tras los resultados del XIII Congreso, sólo nos queda esperar que ese resultado sea fecundo y revolucione los entresijos del poder.
Por eso, con todo nuestro afecto y agradecimiento por los servicios prestados, Abdelaziz y Jadiya: no nos defraudéis y go home.
Atentamente;
Haddamin Moulud Said. (ibnuabirabiaa[a]yahoo.es)