Grecia M. Lozano Grecia M. Lozano
Fuente: saharalibre.es / Por Grecia M. Lozano Carrasco*
`Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal´ -José Martí-
Se dice que entre nuestros países latinoamericanos existe un común denominador histórico llamado: colonización. Este vínculo nos ha llevado al fortalecimiento de nuestros organismos regionales y el establecimiento de políticas solidarias en centro y sur América.
Lo que muchos/as no saben es que más allá del Atlántico, existieron hasta el año de 1970 colonias españolas que fueron retiradas de los territorios del Sáhara dando paso a una lógica independencia política -tal como pasó en América- pero la historia y la actualidad no es lo que debería ser. Cuando España desocupa los territorios saharauis, Marruecos -vecino de Sáhara- invade este país reclamándolo como suyo; frustrando así la independencia y autodeterminación de Sáhara y obligando al pueblo a exiliarse de la invasión militar hacia países vecinos como Argelia; desde entonces nació -como es natural- una lucha por la defensa de la soberanía saharaui constituyéndose en el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro conocido internacionalmente como FRENTE POLISARIO. Posteriormente el pueblo saharaui decidió -en el exilio- tomar su derecho y constituirse como la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) que actualmente es reconocida por 81 países(*1). Desde 1960 han sido cientos de resoluciones emitidas por la ONU, y organismos de derechos humanos condenando la invasión marroquí, y son cada día más los seres humanos que alrededor del globo se solidarizan con la lucha del pueblo saharaui.
Por lo expuesto anteriormente, América latina a través de sus políticas solidarias ha emitido reiteradas comunicaciones incitando la solución de este conflicto que hasta la fecha le ha costado la vida a más de 10.000 a 15.000 personas solamente entre 1975-1991(*2).
En Honduras el tema del conflicto entre Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática ha generado la atención de muchas personas. Fidel Castro decía al presidente Evo Morales que debemos `dar lo poco que tenemos´ y entre ese dar se incluye nuestra solidaridad hacia los pueblos del norte africano. Como es de esperar, la Organización Política Los Necios en su lucha revolucionaria ha sostenido conversaciones con el Frente POLISARIO en las visitas hechas por el enviado especial en América Latina, comprometiéndonos a hacer nuestra la batalla por la abolición del peor enemigo: el imperialismo.
Somos tan parecidos los saharauis y los hondureños que nuestras diferencias son esencialmente falsas imposiciones capitalistas, derivados de los aparatos ideológicos de represión –como diría Althusser-; la lucha por la independencia político-económica, la autodeterminación del pueblo y la no intervención imperialista, el mejoramiento de la calidad de vida, la correcta utilización de los recursos naturales, la lucha de clases con el objetivo común de la toma del poder son sin duda, algunos de los denominadores comunes entre nuestros pueblos que analógicamente son procesos liderados por el Frente Nacional de Resistencia Popular en Honduras y el Frente POLISARIO en la República Árabe Saharaui Democrática.
Marx tiene razón cuando plantea el patrón que sigue el sistema imperialista en las relaciones de producción y explotación de los pueblos(*3). He aquí dos ejemplos parecidos:
- Los intentos de referéndum en Sáhara para que el pueblo decida sobre su independencia o anexión han sido frustrados por el fraude, la corrupción y manipulación de Marruecos, quien es juez y parte en los procesos electorales y judiciales, armado sin duda alguna por los países imperialistas que de paso se benefician con el producto de la explotación a los recursos naturales pertenecientes a la RASD, a través de los negocios establecidos con Marruecos. Valga honor mencionar a Galeano, cuando dice: `en sus largas costas (refiriéndose a Sahara Occidental) reside el mayor tesoro pesquero del océano Atlántico y bajo las inmensidades de arena, que tan vacías parecen, yace la mayor reserva mundial de fosfatos y quizá también hay petróleo, gas y uranio´(*4)
- El intento de consulta popular al pueblo hondureño por parte del gobierno del poder ciudadano, para preguntar si éste está de acuerdo con la instalación de una cuarta urna que tenía el propósito de consultar posteriormente sobre la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente, proceso que al igual que el referéndum saharaui fue frustrado con un golpe de Estado en 2009.
- La ineficacia de los organismos internacionales que se encuentran al servicio del imperialismo, siendo órganos inútiles para el bienestar de la humanidad que solo sirven para garantizar la ejecución de medidas adoptadas por el imperio en perjuicio de las sociedades. Tal es el caso de la OEA en el momento del golpe de Estado en Honduras y la ONU con su MINURSO en el Sáhara Occidental.
De la misma forma, Louis Althusser plantea que: `No hay práctica sino por y bajo una ideología y no hay ideología sino por el sujeto y para los sujetos´(*5). Partiendo de esta afirmación podemos citar ejemplos claros entre nuestros pueblos, como ser:
1.- El nacimiento del Frente POLISARIO, el 10 de mayo de 1973, a raíz de la necesidad histórica de defender la vida y soberanía de su pueblo, desde sus inicios se proclamó haciendo suya la ideología de la liberación militar, política, diplomática, y popular, nacida de las entrañas de una revolución proletaria saharaui y existiendo histórica y actualmente para defender la libertad, la vida y dignidad humana.
2.- La creación del Frente Nacional de Resistencia Popular, el 28 de junio de 2009, de la misma forma surgió por necesidad histórica para el pueblo hondureño y desde la clase trabajadora, quienes manifestamos a través de esta estructura popular nuestra necesidad de defender la vida, y liberar nuestro pueblo de la explotación imperialista constituida violentamente en Honduras a través de la toma del poder con nuestro brazo político-electoral: Partido Libertad y Refundación.
Históricamente nuestros pueblos han sufrido los ataques del sistema capitalista e imperialista que van desde un bloqueo económico, liberalización de los mercados, falsas `estabilidades laborales´, intervenciones e invasiones militares hasta tortura, desaparición, corrupción, genocidios; problemas que vivimos diariamente, contra los que luchamos minuto a minuto desde nuestras trincheras humildes pero dignas: el FNRP y el Frente POLISARIO.
Es así como nuestros pueblos se encuentran en un combate, que va más allá de leyes o principios internacionales violentados, es una lucha de clases, una expresión de la desigualdad y la toma del poder por parte del proletariado, como única solución al Estado putrefacto que el sistema capitalista nos ha heredado.
No cabe duda entonces, que la República Árabe Saharaui Democrática y la República de Honduras están separadas solamente por un gran océano atlántico, que por cientos de años ha servido de autopista para el enriquecimiento de las actuales potencias mundiales que aún no conocen el valor de la solidaridad y que seguirán explotando a la humanidad sin piedad, pero así como todo en la vida tiene final… ellos caerán y nuestros pueblos humildes gritarán: ¡No pasarán!
“…Será que la necedad parió conmigo,
la necedad de lo que hoy resulta necio:
la necedad de asumir al enemigo,
la necedad de vivir sin tener precio”
-Silvio Rodríguez-.
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*Grecia M. Lozano Carrasco. Tegucigalpa, 2013.
Estudiante de Derecho en la FCJ-Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Miembro del Consejo Universitario de la UNAH.
Secretaria General de la Asociación de Becarios y Prestatarios de UNAH.
Coordinadora General del Comité Universitario Pro-Sáhara de la UNAH.
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*1) http://iajuws.org/ Asociación Internacional de Juristas por el Sáhara Occidental.
*2) http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Sáhara_Occidental
*3) Carta a Kugelman del 11.7.1868 (Lettres sur Le Capital Ed. Sociales, p. 229).
*4) Muros. Eduardo Galeano.
*5) ALTHUSSER, Louis. Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Freud y Lacan, Nueva Visión, Buenos Aires, 1988.