Haddamin Moulud Said.
"Y si te he visto no me acuerdo". Esto es lo que vienen a decir los medios de comunicación saharauis cuando, después de publicar la notita con la gran fotografía, ya no vuelven a saber nada del Delegado regional saharaui en España, del que acaban de publicar una noticia sobre su recibimiento por el gobierno regional de la Comunidad Autónoma donde aquél ejerce de Delegado Saharaui.
Últimamente, esto de acudir a los recibimientos oficiales con una cámara fotográfica en la mano, se ha convertido en todo una moda para ciertos delegados saharauis en España. Y, naturalmente, instantes después de acabado ese recibimiento es enviada para ser inmediatamente publicada en los distintos sitios webs saharauis.
Como quiera que el hecho en sí no es noticiable, los redactores de las distintas webs no tienen más remedio que acudir a la ya manida frase que sirve de título a este artículo: "las últimas novedades sobre la Causa".
Ya ven, el simple hecho de que un delegado, en provincias, sea recibido por el gobierno regional se ha convertido en un arma publicitaria para nuestros ociosos delegados.
Como el hecho en sí carece de relevancia informativa, la noticia breve que acompaña a la fotografía es de copia y pega. Realmente no hay noticia. La noticia es la foto: el delegado tal ha sido recibido por el presidente del gobierno regional de tal comunidad autónoma. Entonces, de relleno, se acude a eso de que el delegado ha puesto al día, a su anfitrión, sobre las últimas novedades sobre la Causa. Así de escueta la noticia. Eso sí, la foto que no falte. De hecho, la foto ocupa más píxels que la propia noticia.
Rememorando las grandiosas glorias de nuestros combatientes en los años de la guerra, esperábamos que nuestros diplomáticos estuvieran a las alturas. Esperábamos que aparecieran ocupando páginas enteras de los principales medios de comunicación o que dieran magistrales conferencias en las universidades e institutos de sus comunidades autónomas o que ilustraran a los oyentes de las tertulias radiofónicas.
Esperábamos que siguieran el ejemplo, por citar algunos, de Moulud Said, apareciendo, nada más y nada menos, que en el Washington Post en plan David contra Goliat. O que aparecieran en las tribunas de algún periódico de relieve como hace el brillante Ahmed Bujari, una de las mentes mejor amuebladas del Polisario.
Pero desgraciadamente, lo que estamos viendo es una infantil carrera por publicar más fotos de traje y corbata. Un trabajador inmigrante que se gana el sustento sudando, D. Ali Salem Iselmu, ha publicado más artículos, el El País, que todos los delegados en España juntos.
En los tiempos que corren, en que Marruecos, destina cientos de miles de euros a la guerra mediática y, especialmente, para ganar la batalla del ciberespacio, los delegados saharauis, por su supuesto nivel cultural, deberían suplir todas las deficiencias y carencias del Frente Polisario, en ese campo. Pero ni eso. No se sabe a ciencia cierta a qué obras de caridad dedican su tiempo. Lo que si está constatado es su ausencia de las redes sociales y de todo lo relacionado con Internet. Ellos, que tienen un acceso fácil a Internet deberían contribuir a contrarrestar los efectos altamente nocivos de la propaganda marroquí.
Por otra parte, el tiempo medio que suele tardar un delegado en una región, siempre empieza por una foto, una recepción por parte de algún alcalde o presidente autonómico. Pero allí empieza y ahí termina todo el trabajo. Es la historia de una fotografía.
Designar tantos delegados, se motiva por dos causas: primero, darle salida al elevado stock de cuadros, sin cartera, que tiene el Frente. La otra razón, mucho más importante, es llegar a toda la sociedad civil y divulgar la Causa entre todas las personas de a pies, e ir sumando. Es decir ganarle la batalla a la adinerada diplomacia enemiga, casa por casa.
Dada esta estrategia micro, lo normal es que un delgado estuviera, al menos una vez al mes, contestando a las preguntas de los internautas de su región, hablando en las emisoras locales de radio, participando en los actos de las asociaciones de vecinos, dando charlas en la facultad de historia, presentando un ponencia sobre los fundamentos de derecho del pueblo saharaui en la facultad de derecho, publicando una opinión en algún medio de comunicación, dando una recepción a algunos representantes locales del mundo de la cultura......
Cuando vean un delegado fotografiado con un alcalde de provincias, no se animen muchos, la acción diplomática se queda en eso, en una foto, sin contenido, ni siquiera se aprovecha el acto para lanzar algún mensaje político. Es más, la foto no es fruto ni culminación de un trabajo arduo de patear las sedes políticas y sindicales, simplemente es por una simpatía del alcalde o del presidente autonómico de turno hacia el pueblo saharaui.
"Y si te he visto no me acuerdo". Esto es lo que vienen a decir los medios de comunicación saharauis cuando, después de publicar la notita con la gran fotografía, ya no vuelven a saber nada del Delegado regional saharaui en España, del que acaban de publicar una noticia sobre su recibimiento por el gobierno regional de la Comunidad Autónoma donde aquél ejerce de Delegado Saharaui.
Últimamente, esto de acudir a los recibimientos oficiales con una cámara fotográfica en la mano, se ha convertido en todo una moda para ciertos delegados saharauis en España. Y, naturalmente, instantes después de acabado ese recibimiento es enviada para ser inmediatamente publicada en los distintos sitios webs saharauis.
Como quiera que el hecho en sí no es noticiable, los redactores de las distintas webs no tienen más remedio que acudir a la ya manida frase que sirve de título a este artículo: "las últimas novedades sobre la Causa".
Ya ven, el simple hecho de que un delegado, en provincias, sea recibido por el gobierno regional se ha convertido en un arma publicitaria para nuestros ociosos delegados.
Como el hecho en sí carece de relevancia informativa, la noticia breve que acompaña a la fotografía es de copia y pega. Realmente no hay noticia. La noticia es la foto: el delegado tal ha sido recibido por el presidente del gobierno regional de tal comunidad autónoma. Entonces, de relleno, se acude a eso de que el delegado ha puesto al día, a su anfitrión, sobre las últimas novedades sobre la Causa. Así de escueta la noticia. Eso sí, la foto que no falte. De hecho, la foto ocupa más píxels que la propia noticia.
Rememorando las grandiosas glorias de nuestros combatientes en los años de la guerra, esperábamos que nuestros diplomáticos estuvieran a las alturas. Esperábamos que aparecieran ocupando páginas enteras de los principales medios de comunicación o que dieran magistrales conferencias en las universidades e institutos de sus comunidades autónomas o que ilustraran a los oyentes de las tertulias radiofónicas.
Esperábamos que siguieran el ejemplo, por citar algunos, de Moulud Said, apareciendo, nada más y nada menos, que en el Washington Post en plan David contra Goliat. O que aparecieran en las tribunas de algún periódico de relieve como hace el brillante Ahmed Bujari, una de las mentes mejor amuebladas del Polisario.
Pero desgraciadamente, lo que estamos viendo es una infantil carrera por publicar más fotos de traje y corbata. Un trabajador inmigrante que se gana el sustento sudando, D. Ali Salem Iselmu, ha publicado más artículos, el El País, que todos los delegados en España juntos.
En los tiempos que corren, en que Marruecos, destina cientos de miles de euros a la guerra mediática y, especialmente, para ganar la batalla del ciberespacio, los delegados saharauis, por su supuesto nivel cultural, deberían suplir todas las deficiencias y carencias del Frente Polisario, en ese campo. Pero ni eso. No se sabe a ciencia cierta a qué obras de caridad dedican su tiempo. Lo que si está constatado es su ausencia de las redes sociales y de todo lo relacionado con Internet. Ellos, que tienen un acceso fácil a Internet deberían contribuir a contrarrestar los efectos altamente nocivos de la propaganda marroquí.
Por otra parte, el tiempo medio que suele tardar un delegado en una región, siempre empieza por una foto, una recepción por parte de algún alcalde o presidente autonómico. Pero allí empieza y ahí termina todo el trabajo. Es la historia de una fotografía.
Designar tantos delegados, se motiva por dos causas: primero, darle salida al elevado stock de cuadros, sin cartera, que tiene el Frente. La otra razón, mucho más importante, es llegar a toda la sociedad civil y divulgar la Causa entre todas las personas de a pies, e ir sumando. Es decir ganarle la batalla a la adinerada diplomacia enemiga, casa por casa.
Dada esta estrategia micro, lo normal es que un delgado estuviera, al menos una vez al mes, contestando a las preguntas de los internautas de su región, hablando en las emisoras locales de radio, participando en los actos de las asociaciones de vecinos, dando charlas en la facultad de historia, presentando un ponencia sobre los fundamentos de derecho del pueblo saharaui en la facultad de derecho, publicando una opinión en algún medio de comunicación, dando una recepción a algunos representantes locales del mundo de la cultura......
Cuando vean un delegado fotografiado con un alcalde de provincias, no se animen muchos, la acción diplomática se queda en eso, en una foto, sin contenido, ni siquiera se aprovecha el acto para lanzar algún mensaje político. Es más, la foto no es fruto ni culminación de un trabajo arduo de patear las sedes políticas y sindicales, simplemente es por una simpatía del alcalde o del presidente autonómico de turno hacia el pueblo saharaui.