Corrían los idus de 1979 y la moral de las unidades del POLISARIO, prácticamente, rozaba el séptimo cielo. La Gloriosa Ofensiva Houari Bumedian, cuyo bautizo de fuego se produjo en las puertas mismas de El Aaiún, empezaba en enero de 1979. Ese año no podía haber empezado mejor para el ejército saharaui. El año comenzó con Um Dleila cantando sobre la famosísima batalla de Lemsayel que había tenido lugar en enero y al norte de El Aaiún y donde habían sido derribados 5 helicópteros y un avión F-5. En el mismo enero, se ataca Tan Tan, dentro del territorio marroquí y a unos 150 kilómetros al norte del paralelo 27.40’.
Las victorias militares en el propio suelo marroquí se suceden sin cesar: Chbeika, Assa, Tan Tan en dos ocasiones, Akka, Ameti, Tata y Mhamid El Ghezlan, a más de 500 kilómetros al norte del paralelo 27.40’’. El POLISARIO, en una brillante exhibición de capacidad y poderío, se dedicaba a hacer la guerra dentro de Marruecos.
Los éxitos militares, pronto dan sus frutos y ese año 1979, más que ninguno otro, la RASD, iba a cosechar el mayor número de reconocimientos por año. Concretamente, diecisiete países brindan su reconocimiento a la República Saharaui en el año 1979. Y por primera vez, la Causa saharaui transciende ya las fronteras africanas, empezando los países latinoamericanos y asiáticos a reconocer a la RASD. Países como Méjico, Vietnam, Laos, Nicaragua, Dominica, etc, reconocen a la RASD en ese año 1979.
Pero aún faltaba un éxito de los que hacen historia: el 22 de junio de 1979, por primera vez en la historia, un representante del POLISARIO comparece ante el Consejo de Seguridad de NN.UU.
Comienza el verano de 1979 y nuestras unidades, lejos de resguardarse en la sombra, programan un feroz ataque contra uno de los mayores acantonamientos del ejército marroquí, ubicado en Bir Enzarán, en el centro del Sahara Occidental. El antiguo puesto colonial de Bir Enzarán recibe su nombre del pozo de Bir Enzarán. Pero la zona es un terreno bastante llano, componiéndose, fundamentalmente de dehesas o pastizales de más de 40 kilómetros a la redonda, llamadas localmente como ‘graras’, en las que abundan los árboles de la ‘Talha’ e ‘Ignin’. En consecuencia, la orografía del terreno, era muy favorable al enemigo, lo que obligaba, a nuestras unidades, a dirigirse hacia la montaña de Negyir, situada más al sur aún, a unos 18 kilómetros de Bir Enzarán.
El 17 de Ramadán de 1399 (H) o, lo que es lo mismo, el 11 de agosto de 1979, las unidades del POLISARIO, lejos de amedrentarse por la conjunción del Ramadán con el caluroso mes de agosto, caen como fieras sobre el acuartelamiento de Bir Enzarán. Al alba, justo después de iniciar el ayuno, tres columnas avanzan hacia la ‘grara’ de Bir Enzarán, donde se encuentra el Puesto guarnecido por los batallones del mayor acuartelamiento marroquí del sur. En pleno agosto y en ayunas, nuestros guerrilleros, mantienen un feroz combate desde las seis de la mañana hasta pasadas las catorce horas.
Desde la montaña de Negyir, los vehículos ligeros salían, a velocidades endiabladas, directos al fuego. Mientras, la artillería, desde sus posiciones, dejaba caer toda su potencia de fuego sobre el enemigo. El resultado, como venía siendo habitual, fue el éxito rotundo en la batalla. Más de 75 prisioneros marroquíes, más de un centenar de muertos en las filas enemigas y un sinfín de material bélico capturado como botín de guerra.
Aunque el número de bajas propias era muy reducido, cabe destacar que en esa batalla, también, resultó herido el Jefe de la Cuarta Región Militar, la encargada de cubrir esa zona, el Sr. Banna uld Baha.
Sólo trece días después, es decir, el 24 de agosto de 1979, el último día de Ramadán, nuestras unidades, sin descanso, se dirigen hacia el norte y, ahí, registran otra de las grandes batallas de la historia del Ejército de Liberación Popular Saharaui. Más allá de las fronteras del Sahara Occidental, nuestras unidades, atacan la localidad de Leboirat, situada muy cerca de las faldas noroccidentales de Lebtana. En ayunas y con el sofocante calor de agosto, cien Land-Rovers del Polisario aniquilan, por completo, la Tercera División de Blindados del ejército marroquí. La grandeza de la batalla de Leboirat, radica en que sucedió lo nunca visto: los Land-Rovers del POLISARIO habían masacrado a los tanques T-54 del ejército marroquí, en la que quedó registrada en los anales de la historia como la Bien Dien Fu del desierto.
Cuesta trabajo comprender que hoy, 17 de Ramadán de 2013, cuando nuestros despachos y nuestras oficinas en Rabuni y en Europa disponen de todo tipo de comodidades, aire acondicionado incluido, resulte tan difícil publicar una simple nota de condena al acuerdo pesquero firmado entre la Unión Europea y Marruecos. Igualmente, la relativa calma con la que ha sido recibido ese acuerdo, en las Zonas Ocupadas, revela la pésima gestión del Ministerio de las Zonas Ocupadas y su Antena en Canarias. Ciertamente, algo grave debe estar sucediendo para que el ardor guerrero de antaño, que nos permitía librar grandes batallas, incluso, cuando Ramadán caía en agosto, haya sido sustituido, por la mansedumbre de hoy.
Haddamin Moulud Said. En Valencia, a 17 de Ramadán de 2013.
Las victorias militares en el propio suelo marroquí se suceden sin cesar: Chbeika, Assa, Tan Tan en dos ocasiones, Akka, Ameti, Tata y Mhamid El Ghezlan, a más de 500 kilómetros al norte del paralelo 27.40’’. El POLISARIO, en una brillante exhibición de capacidad y poderío, se dedicaba a hacer la guerra dentro de Marruecos.
Los éxitos militares, pronto dan sus frutos y ese año 1979, más que ninguno otro, la RASD, iba a cosechar el mayor número de reconocimientos por año. Concretamente, diecisiete países brindan su reconocimiento a la República Saharaui en el año 1979. Y por primera vez, la Causa saharaui transciende ya las fronteras africanas, empezando los países latinoamericanos y asiáticos a reconocer a la RASD. Países como Méjico, Vietnam, Laos, Nicaragua, Dominica, etc, reconocen a la RASD en ese año 1979.
Pero aún faltaba un éxito de los que hacen historia: el 22 de junio de 1979, por primera vez en la historia, un representante del POLISARIO comparece ante el Consejo de Seguridad de NN.UU.
Comienza el verano de 1979 y nuestras unidades, lejos de resguardarse en la sombra, programan un feroz ataque contra uno de los mayores acantonamientos del ejército marroquí, ubicado en Bir Enzarán, en el centro del Sahara Occidental. El antiguo puesto colonial de Bir Enzarán recibe su nombre del pozo de Bir Enzarán. Pero la zona es un terreno bastante llano, componiéndose, fundamentalmente de dehesas o pastizales de más de 40 kilómetros a la redonda, llamadas localmente como ‘graras’, en las que abundan los árboles de la ‘Talha’ e ‘Ignin’. En consecuencia, la orografía del terreno, era muy favorable al enemigo, lo que obligaba, a nuestras unidades, a dirigirse hacia la montaña de Negyir, situada más al sur aún, a unos 18 kilómetros de Bir Enzarán.
El 17 de Ramadán de 1399 (H) o, lo que es lo mismo, el 11 de agosto de 1979, las unidades del POLISARIO, lejos de amedrentarse por la conjunción del Ramadán con el caluroso mes de agosto, caen como fieras sobre el acuartelamiento de Bir Enzarán. Al alba, justo después de iniciar el ayuno, tres columnas avanzan hacia la ‘grara’ de Bir Enzarán, donde se encuentra el Puesto guarnecido por los batallones del mayor acuartelamiento marroquí del sur. En pleno agosto y en ayunas, nuestros guerrilleros, mantienen un feroz combate desde las seis de la mañana hasta pasadas las catorce horas.
Desde la montaña de Negyir, los vehículos ligeros salían, a velocidades endiabladas, directos al fuego. Mientras, la artillería, desde sus posiciones, dejaba caer toda su potencia de fuego sobre el enemigo. El resultado, como venía siendo habitual, fue el éxito rotundo en la batalla. Más de 75 prisioneros marroquíes, más de un centenar de muertos en las filas enemigas y un sinfín de material bélico capturado como botín de guerra.
Aunque el número de bajas propias era muy reducido, cabe destacar que en esa batalla, también, resultó herido el Jefe de la Cuarta Región Militar, la encargada de cubrir esa zona, el Sr. Banna uld Baha.
Sólo trece días después, es decir, el 24 de agosto de 1979, el último día de Ramadán, nuestras unidades, sin descanso, se dirigen hacia el norte y, ahí, registran otra de las grandes batallas de la historia del Ejército de Liberación Popular Saharaui. Más allá de las fronteras del Sahara Occidental, nuestras unidades, atacan la localidad de Leboirat, situada muy cerca de las faldas noroccidentales de Lebtana. En ayunas y con el sofocante calor de agosto, cien Land-Rovers del Polisario aniquilan, por completo, la Tercera División de Blindados del ejército marroquí. La grandeza de la batalla de Leboirat, radica en que sucedió lo nunca visto: los Land-Rovers del POLISARIO habían masacrado a los tanques T-54 del ejército marroquí, en la que quedó registrada en los anales de la historia como la Bien Dien Fu del desierto.
Cuesta trabajo comprender que hoy, 17 de Ramadán de 2013, cuando nuestros despachos y nuestras oficinas en Rabuni y en Europa disponen de todo tipo de comodidades, aire acondicionado incluido, resulte tan difícil publicar una simple nota de condena al acuerdo pesquero firmado entre la Unión Europea y Marruecos. Igualmente, la relativa calma con la que ha sido recibido ese acuerdo, en las Zonas Ocupadas, revela la pésima gestión del Ministerio de las Zonas Ocupadas y su Antena en Canarias. Ciertamente, algo grave debe estar sucediendo para que el ardor guerrero de antaño, que nos permitía librar grandes batallas, incluso, cuando Ramadán caía en agosto, haya sido sustituido, por la mansedumbre de hoy.
Haddamin Moulud Said. En Valencia, a 17 de Ramadán de 2013.
0 التعليقات:
Publicar un comentario