por Ahmed Iahdih Islem
Hay algo que siempre me ha incomodado mucho en nuestro Movimiento, un cierto pacto interno que desaconseja exteriorizar nuestras autocríticas. La excusa siempre es la misma: bastante nos atacan desde fuera como para ponérselo en bandeja. No obstante, creo que es una argumentación inculcada por aquellos que exprimen el nepotismo para hacer escudo y correr una cortina oscura sobre sus acciones, poco éticas. Dicha argumentación tiene un doble efecto, en principio, muy noble. El primero es el de solucionar las cosas dentro de la jaima y el segundo es el de la unidad nacional. Es verdad, los dos son de suma importancia. Sin embargo, no a cualquier precio. En la República Árabe Saharaui Dedocrática no es de recibo que la democracia como tal brille por su ausencia. En todos los Ministerios, fundamentalmente, en el Ministerio de Educación echo de menos transparencia. Es de imperiosa necesidad un gran tablón que recoja toda la información que es de carácter público. Es un ejercicio democrático. En ese tablón tienen que estar todas las becas de estudio en el extranjero. Cualquier joven saharaui tiene que tener derecho a esa información y el derecho a presentar una solicitud para ser becado. Es la hora de premiar los méritos individuales y el curriculum académico y no el grado de influencia de los papas. El Polisario lo somos todos y no sólo el círculo dominante que maneja a su antojo los recursos que, en principio, se nos dan a todos los saharauis. Por el secretismo y la desinformación pública nos enteramos siempre cuando los hechos ya se han consumado. Como, por ejemplo, la lista de estudiantes que han marchado a Cuba, Venezuela, Panamá… entre este verano y el anterior. Leo los apellidos de la lista y no hay ni una sólo persona que no conozca. Esto es una burla al resto de jóvenes, ¿Cuál es el fin de tal descaro? ¿Qué el relevo generacional sea por herencia? ¿Asegurar el futuro bienestar de sus retoños a merced del resto? Con este camino, vamos directos al desastre político e institucional. Una reflexión: a colación de los últimos acontecimientos, ¿No es ser equitativo y justo emplear la misma fuerza crítica con aquellos que comercian y se lucran en tierras lejanas a costa de nuestros recursos? Hay que establecer la responsabilidad política para que todo aquel que viole la ética o exista una sola prueba de su poca diligencia, dimita fulminantemente. Nuestra gerontocracia está muy mal acostumbrada. No tengo ninguna fe de cambio en el próximo congreso, como mucho (siendo un poco irónico), esta gerontocracia pasará de ser sagrada a ser inviolable. Y el concepto de democracia seguirá ausente. Ya que no se me ofrecía información ni se me daban soluciones, en mi empecinamiento descubrí, para gran sorpresa mía, que existe un convenio de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y la Delegación en España de la RASD, firmado el diecinueve de noviembre de 1998 por el rector de la Universidad, Juan José Badiola Diez, y el delegado saharaui en España por aquel entonces, Omar Mansur. El coadyuvador del convenio siempre ha comunicado la existencia del mismo a todos los delegados que han pasado por Aragón. ¿Tan incompetentes son todos? Cualquier saharaui que vaya a realizar estudios universitarios, que sepa que en la Universidad de Zaragoza su matrícula estará exenta de tasas, es decir, gratuita.
¿Alguien sabe lo que supone eso?
Ahmed Iahdih Islem
Hay algo que siempre me ha incomodado mucho en nuestro Movimiento, un cierto pacto interno que desaconseja exteriorizar nuestras autocríticas. La excusa siempre es la misma: bastante nos atacan desde fuera como para ponérselo en bandeja. No obstante, creo que es una argumentación inculcada por aquellos que exprimen el nepotismo para hacer escudo y correr una cortina oscura sobre sus acciones, poco éticas. Dicha argumentación tiene un doble efecto, en principio, muy noble. El primero es el de solucionar las cosas dentro de la jaima y el segundo es el de la unidad nacional. Es verdad, los dos son de suma importancia. Sin embargo, no a cualquier precio. En la República Árabe Saharaui Dedocrática no es de recibo que la democracia como tal brille por su ausencia. En todos los Ministerios, fundamentalmente, en el Ministerio de Educación echo de menos transparencia. Es de imperiosa necesidad un gran tablón que recoja toda la información que es de carácter público. Es un ejercicio democrático. En ese tablón tienen que estar todas las becas de estudio en el extranjero. Cualquier joven saharaui tiene que tener derecho a esa información y el derecho a presentar una solicitud para ser becado. Es la hora de premiar los méritos individuales y el curriculum académico y no el grado de influencia de los papas. El Polisario lo somos todos y no sólo el círculo dominante que maneja a su antojo los recursos que, en principio, se nos dan a todos los saharauis. Por el secretismo y la desinformación pública nos enteramos siempre cuando los hechos ya se han consumado. Como, por ejemplo, la lista de estudiantes que han marchado a Cuba, Venezuela, Panamá… entre este verano y el anterior. Leo los apellidos de la lista y no hay ni una sólo persona que no conozca. Esto es una burla al resto de jóvenes, ¿Cuál es el fin de tal descaro? ¿Qué el relevo generacional sea por herencia? ¿Asegurar el futuro bienestar de sus retoños a merced del resto? Con este camino, vamos directos al desastre político e institucional. Una reflexión: a colación de los últimos acontecimientos, ¿No es ser equitativo y justo emplear la misma fuerza crítica con aquellos que comercian y se lucran en tierras lejanas a costa de nuestros recursos? Hay que establecer la responsabilidad política para que todo aquel que viole la ética o exista una sola prueba de su poca diligencia, dimita fulminantemente. Nuestra gerontocracia está muy mal acostumbrada. No tengo ninguna fe de cambio en el próximo congreso, como mucho (siendo un poco irónico), esta gerontocracia pasará de ser sagrada a ser inviolable. Y el concepto de democracia seguirá ausente. Ya que no se me ofrecía información ni se me daban soluciones, en mi empecinamiento descubrí, para gran sorpresa mía, que existe un convenio de colaboración entre la Universidad de Zaragoza y la Delegación en España de la RASD, firmado el diecinueve de noviembre de 1998 por el rector de la Universidad, Juan José Badiola Diez, y el delegado saharaui en España por aquel entonces, Omar Mansur. El coadyuvador del convenio siempre ha comunicado la existencia del mismo a todos los delegados que han pasado por Aragón. ¿Tan incompetentes son todos? Cualquier saharaui que vaya a realizar estudios universitarios, que sepa que en la Universidad de Zaragoza su matrícula estará exenta de tasas, es decir, gratuita.
¿Alguien sabe lo que supone eso?
Ahmed Iahdih Islem
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