Julio González García
El conflicto del Sahara Occidental es hoy un conflicto olvidado. La presión marroquí y otras crisis más perentorias, impiden que ocupe el primer plano de la prensa internacional, a pesar de los casi cuarenta años de su ocupación por Marruecos y de las continuas violaciones de derechos humanos por parte de las autoridades marroquíes.
Una ocupación en la que el Gobierno del General Franco en 1975 y el del Rey Juan Carlos en 1976 tienen mucha responsabilidad, tal como muestra Wickileaks, en relación con los cables intervenidos de Kissinger. Aún hoy España tendría la obligación jurídica de promover el ejercicio del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, pues la cesión del territorio que hizo a Marruecos es nula. Es un territorio que no forma parte de Marruecos y que está a la espera de descolonización.
¿Por qué el Sahara Occidental está siendo administrado por Marruecos?
El pasado 14 de noviembre hizo 39 años de la firma, por el Presidente del Gobierno español y los representantes de los Gobiernos de Marruecos y Mauritania de una «Declaración de principios» sobre el territorio del Sahara Occidental, entonces bajo administración española. Unos acuerdos que, como señalan opiniones muy autorizadas, son nulos. Estos acuerdos fueron sorprendentes (incluso conociendo su parte económica, secreta). Escasamente un mes antes, la Corte Internacional de Justicia, en su Dictamen Consultivo del 16 de octubre de 1975, había declarado que no había vínculo de soberanía entre Mauritania o Marruecos con el Sahara y que no había razón para no aplicar laResolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU y descolonizar ese territorio.
Este Acuerdo abrió el camino para la inmediata ocupación militar del territorio por parte de los dos Estados -no sin encontrar una fuerte resistencia armada de su población- y para su posterior reparto entre ambos, realizado en el acuerdo de 14 de abril de 1976. El 5 de agosto de 1979 el Frente Polisario y Mauritania alcanzan un acuerdo por el cual Mauritania cede la parte que ocupaba del Sahara Occidental al Frente Polisario, pero Marruecos se anexiona esa zona el 11 de agosto.
¿Qué ocurrió desde 1976?
De entrada, hay que recordar un hecho transcendental: el 27 de febrero de 1976, se produce la proclamación de la República Arabe Saharaui Democrática cuyos límites serían los de la antigua provincia española y que ya entonces eran territorios ocupados. Ha sido reconocida por 82 países y pertenece a la Organización para la Unidad Africana desde 1984.
La evolución del conflicto se puede dividir en tres fases: Una primera, de inactividad de la ONU y que comprende el periodo entre 1976 y 1988. Está marcado tanto por la ocupación militar del territorio por Marruecos como la oposición armada de los saharauis a través del Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Rio de Oro).
Es en esta época cuando aparece el “ Muro del Sahara Occidental”. Fue construido por el ejército marroquí con la ayuda de expertos israelíes y la asistencia financiera de Arabia Saudita y de Estados Unidos. En realidad consiste de 8 muros, que suman 2.720 kilómetros de berma de arena – un espacio elevado y llano que divide en dos un espacio – que recorre el Sahara Occidental y el sudeste de Marruecos separando las áreas controladas por el gobierno de dicho país y la llamada Zona Libre del Frente Polisario.
Una segunda fase, entre 1988 y 2002, centrada en el “Plan de Arreglo de la cuestión del Sahara Occidental” de 30 de agosto de 1988 cuyo elemento central estaba constituido por la celebración de un referéndum de autodeterminación en el territorio. Este Plan se acompañó en el Informe del Secretario General al Consejo de Seguridad de 18 de junio de 1990 un “Plan de aplicación de conformidad con la Resolución 621 (1988) del Consejo de Seguridad“.
En esta fase, se llega a la primera paralización en 1995, debido esencialmente a las solicitudes de inclusión de votantes en el censo por parte de Marruecos. Tras el nombramiento de James Baker como Enviado personal del Secretario General (1997), se inician nuevas consultas y negociaciones sobre las medidas para la ejecución del “Plan de Arreglo” que alcanzaron resultados en los Acuerdos de Houston de diciembre de 1997 sobre el procedimiento para resolver las apelaciones relativas a la inscripción en el censo de votantes y el Código de Conducta en el referéndum, lo que hizo que el Consejo de Seguridad de la ONU determinara en dos ocasiones una fecha para el referéndum. Marruecos paralizó entonces el procedimiento especialmente mediante la presentación de 130.000 solicitudes de inclusión en el censo de votantes.
¿Cuál es la situación actual?
Pese a las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU, desde 1975 hasta las más recientes, que afirman sistemáticamente que la solución final al conflicto pasa por la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental, referéndum incluido; la situación actual es de paralización de la resolución del conflicto. Una situación que favorece a Marruecos, especialmente por la explotación de los recursos naturales, y que está provocando que el Frente Polisario esté planteando seriamente la vuelta a la lucha armada.
Una parte de la población saharaui está viviendo en pésimas condiciones la zona de Tinduf, un área desértica e inhóspita en territorio argelino. Su población es de varias decenas de miles de habitantes (algunos de los cuales llevan más de 30 años allá, y otros, de tercera generación nunca han pisado suelo saharaui), pero la cifra exacta varía en función de la fuente.
¿Cuál es la actitud de las autoridades españolas hacia los saharauis?
A diferencia de lo que ocurre con los nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o los sefardíes que tienen un procedimiento privilegiado para la adquisición de la nacionalidad española (mera residencia de dos años) no hay una regla equivalente para los saharauis.
El Tribunal Supremo está en los últimos tiempos reconociendo a los saharauis la condición de apátridas, con independencia de que hayan nacido en territorio argelino, en los campos de refugiados, o en el territorio del Sahara Occidental.
La actuación del Gobierno español, en mi opinión, siempre ha estado mediatizado por la presión marroquí (vinculada al contencioso sobre Ceuta y Melilla). Eso explica la falta de impulso a la descolonización y que la ayuda oficial se limite a la humanitaria.
Fuente: http://www.eldiario.es/
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