En los limites nororientales del Sahara Occidental, a unos 70 kmts al norte de la localidad de Hauza, como continuación de wed Qsat, se encuentra wed Afra, que es un wed que discurre paralelo y a escasos cinco kilómetros de la frontera con Marruecos, justo al sur de Gur Gneifida, unas montañas conocidas por albergar el descanso eterno de Sid Ahmed Al Kenti. Antes de que wed Afra, vire hacia el sur para pasar a llamarse wed Qsat, se encuentra un pozo cavado en una garganta o Janga. A esa Janga, algunos la llaman Janguet Qsat y, otros, la llaman Janguet Afra. El común de los saharauis actuales, la llaman, sencillamente, Al Janga, quizás, por desconocimiento de su ubicación exacta.
A principios de la década de los setenta del pasado siglo, la totalidad de la población saharaui utilizaba el sistema lunar para el cómputo del tiempo. Es decir, en lugar de decir, enero, febrero, marzo, abril, etc., se decía Äashur; Shey Äashur (también llamado Tbeyeä); Almoulud; Labyadh Lawal; Labyadh Thani; Labyadh Athaleth; Shaäban Lawal; Shaäban Thani (también, llamados, ‘legsar’); Ramadhan; Al Fater Al Awal; Al Fater Thani y Al Id.
Cuando un grupo de hombres, con escaso material, ataca el puesto de Al Janga, en Afra, transcurría el mes de Labyadh Lawal, según la manera, entonces vigente, en que los habitantes del territorio contaban los meses. Sin embrago, los autores del ataque o algunos de ellos, dataron aquella fecha como el 20 de Mayo, en lugar de 18 de Labyadh Lawal.
Los arcanos de la guerra tradicional del desierto o, mejor dicho, de las razzias, aconsejaban 'caer' sobre el enemigo un poco antes del alba, cuando el enemigo está completamente dormido y desguarnecido. Sin embargo, el ataque se produjo nada más caer la noche. De hecho, los soldados atacados aún estaban jugando al dominó, cuando fueron sorprendidos por el POLISARIO.
El motivo que justifica un ataque nada más caer la noche, con los soldados aún despiertos, tiene que ver con la fecha del ataque. La fecha del día 20 del mes solar, no nos ofrece ninguna información. Sin embargo, si decimos que se produjo el día 18 del mes lunar, damos por hecho que la luna, a partir de media noche, iluminaba tanto el desierto que haría imposible el movimiento de los atacantes sin que fueran vistos por los soldados. Ese motivo, es decir, la necesidad de acercarse al puesto, bajo la oscuridad, es lo que explica que el ataque se haya producido nada más caer la noche y no un poco antes del alba, tal y como aconsejan los arcanos de la guerra que conocían nuestros abuelos y bisabuelos.
Desconocemos a qué menesteres se dedicará nuestro Ministerio de Cultura. De lo que estamos seguros es que toda cultura, para subsistir, necesita, como mínimo, una forma de controlar el espacio y el tiempo. En nuestro caso, el espacio lo habíamos controlado completamente, catalogando y nombrando a todos los rincones del territorio, últimamente, por cuestiones no ajenas a ese ministerio de cultura, incluso, hemos revitalizado el nombre de Hsei Sdadga como demostración de dominio sobre el factor espacio, tan vital para nuestra cultura. Sin embargo, el factor tiempo, lo hemos dejado de mano. O dicho en otras palabras, hemos abandonado la forma en que nuestra cultura ha venido controlando el factor tiempo.
Si los responsables de nuestra cultura tuvieran en cuenta la forma en que nuestro pueblo ha venido controlando el tiempo, si esa forma genuina y típicamente saharaui, tuviera algún valor para los responsables de nuestra cultura, todos los saharauis, sabríamos que el bautismo de fuego del POLISARIO se había producido, la noche del 18 de Labyadh Lawal del año 1393 de la hégira.
Y teniendo en cuenta esa fecha, hace ya más de dos meses, que el POLISARIO habría festejado su 40 Aniversario, en lugar de celebrar, ahora, su 39 Aniversario.
Nadie reivindica que se cambie la fecha, tan sólo se trata de llamar la atención sobre algunos aspectos, completamente, olvidados por nuestros responsables políticos y culturales. A fin de cuentas, ningún saharaui nacido antes de 1980, había sido destetado en los meses de Almoulud, Ranadhan y Al Id, porque existía la costumbre, y aún pervive, de no destetar a los hijos en los meses impares para evitar el mal fario de que no tengan hermanos.
Esperamos, por lo demás, que nuestras escuelas empiecen a utilizar los meses saharauis para poner las fechas en las pizarras. Y sería muy interesante, desde luego, que los sitios web saharauis como Futuro Sahara, upes.org, SPS, SaharaToday, Intifadamay, etc., además de utilizar el sistema solar o la edad de Cristo para datar sus páginas utilizaran, también, el sistema lunar y los nombres de los meses típicamente saharauis.
Haddamin Moulud Said, (Valencia), a 29 de Labyadh Thaleth de 1433 H.
A principios de la década de los setenta del pasado siglo, la totalidad de la población saharaui utilizaba el sistema lunar para el cómputo del tiempo. Es decir, en lugar de decir, enero, febrero, marzo, abril, etc., se decía Äashur; Shey Äashur (también llamado Tbeyeä); Almoulud; Labyadh Lawal; Labyadh Thani; Labyadh Athaleth; Shaäban Lawal; Shaäban Thani (también, llamados, ‘legsar’); Ramadhan; Al Fater Al Awal; Al Fater Thani y Al Id.
Cuando un grupo de hombres, con escaso material, ataca el puesto de Al Janga, en Afra, transcurría el mes de Labyadh Lawal, según la manera, entonces vigente, en que los habitantes del territorio contaban los meses. Sin embrago, los autores del ataque o algunos de ellos, dataron aquella fecha como el 20 de Mayo, en lugar de 18 de Labyadh Lawal.
Los arcanos de la guerra tradicional del desierto o, mejor dicho, de las razzias, aconsejaban 'caer' sobre el enemigo un poco antes del alba, cuando el enemigo está completamente dormido y desguarnecido. Sin embargo, el ataque se produjo nada más caer la noche. De hecho, los soldados atacados aún estaban jugando al dominó, cuando fueron sorprendidos por el POLISARIO.
El motivo que justifica un ataque nada más caer la noche, con los soldados aún despiertos, tiene que ver con la fecha del ataque. La fecha del día 20 del mes solar, no nos ofrece ninguna información. Sin embargo, si decimos que se produjo el día 18 del mes lunar, damos por hecho que la luna, a partir de media noche, iluminaba tanto el desierto que haría imposible el movimiento de los atacantes sin que fueran vistos por los soldados. Ese motivo, es decir, la necesidad de acercarse al puesto, bajo la oscuridad, es lo que explica que el ataque se haya producido nada más caer la noche y no un poco antes del alba, tal y como aconsejan los arcanos de la guerra que conocían nuestros abuelos y bisabuelos.
Desconocemos a qué menesteres se dedicará nuestro Ministerio de Cultura. De lo que estamos seguros es que toda cultura, para subsistir, necesita, como mínimo, una forma de controlar el espacio y el tiempo. En nuestro caso, el espacio lo habíamos controlado completamente, catalogando y nombrando a todos los rincones del territorio, últimamente, por cuestiones no ajenas a ese ministerio de cultura, incluso, hemos revitalizado el nombre de Hsei Sdadga como demostración de dominio sobre el factor espacio, tan vital para nuestra cultura. Sin embargo, el factor tiempo, lo hemos dejado de mano. O dicho en otras palabras, hemos abandonado la forma en que nuestra cultura ha venido controlando el factor tiempo.
Si los responsables de nuestra cultura tuvieran en cuenta la forma en que nuestro pueblo ha venido controlando el tiempo, si esa forma genuina y típicamente saharaui, tuviera algún valor para los responsables de nuestra cultura, todos los saharauis, sabríamos que el bautismo de fuego del POLISARIO se había producido, la noche del 18 de Labyadh Lawal del año 1393 de la hégira.
Y teniendo en cuenta esa fecha, hace ya más de dos meses, que el POLISARIO habría festejado su 40 Aniversario, en lugar de celebrar, ahora, su 39 Aniversario.
Nadie reivindica que se cambie la fecha, tan sólo se trata de llamar la atención sobre algunos aspectos, completamente, olvidados por nuestros responsables políticos y culturales. A fin de cuentas, ningún saharaui nacido antes de 1980, había sido destetado en los meses de Almoulud, Ranadhan y Al Id, porque existía la costumbre, y aún pervive, de no destetar a los hijos en los meses impares para evitar el mal fario de que no tengan hermanos.
Esperamos, por lo demás, que nuestras escuelas empiecen a utilizar los meses saharauis para poner las fechas en las pizarras. Y sería muy interesante, desde luego, que los sitios web saharauis como Futuro Sahara, upes.org, SPS, SaharaToday, Intifadamay, etc., además de utilizar el sistema solar o la edad de Cristo para datar sus páginas utilizaran, también, el sistema lunar y los nombres de los meses típicamente saharauis.
Haddamin Moulud Said, (Valencia), a 29 de Labyadh Thaleth de 1433 H.
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