MADRID- Los dos cooperantes españoles secuestrados la noche del sábado en Argelia han entrado ya en Mali o están a punto de hacerlo si el Frente Polisario no lo impide. Ese territorio es uno de los principales bastiones de los grupos terroristas y contrabandistas de la zona, en particular Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), a quien se apunta como responsable de la captura. Inmediatamente, las más altas autoridades saharauis, empezando por el presidente Mohamed Abdelaziz, definieron el secuestro como un «ataque terrorista» en una clara alusión al AQMI, aunque aún no hay indicios contra ninguna organización o grupo en particular. En España, la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, tampoco ha confirmado que AQMI esté detrás y señaló que los captores no han contactado aún con el Ejecutivo.
Mientras, los secuestradores huyeron en dirección a la frontera con Mauritania antes de entrar en Mali, según Mohmaed Salek Uld Salek, ministro saharaui de Asuntos Exteriores. Para evitarlo, un helicóptero argelino y un contingente de unos 130 militares del Frente Polisario seguían ayer al vehículo en el que viajan los secuestradores de los tres cooperantes –los dos españoles y una italiana– raptados en el campamento de refugiados de Rabuni (Argelia), según fuentes del Polisario Jat Chahid, oposición interna saharaui. A la hora de cierre de esta edición se encontraban a unos 150 kilómetros de Rabuni, pero aún en territorio mauritano. Sin embargo, según informadores del Polisario, se habría dado cuenta ya a las autoridades malíes de que los secuestradores estarían dentro de sus fronteras. Fuentes oficiales en Mali pidieron prudencia y descartaron por ahora confirmaciones oficiales al respecto.
Horas antes, el Frente Polisario había hallado en la localidad argelina de Oum Greid, a 15 kilómetros de la frontera con Mauritania, los dos Toyota 4x4 que emplearon los secuestradores para asaltar el campamento de Rabuni. Junto a los vehículos se encontraba una camioneta del Polisario, la primera que salió en persecución de los asaltantes. El vehículo estaba incendiado tras haber recibido varios disparos de los secuestradores, quienes cogieron otro coche para huir.
Con toda probabilidad, las reclamaciones de los terroristas serán económicas, como en el caso del secuestro de los cooperantes catalanes Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual, o incluirán la exigencia del canje de rehenes por prisioneros radicales, como sucedió con el francés Pierre Camatte.
El ministro saharaui de Asuntos Exteriores, Mohmaed Salek Uld Salek, considera que el secuestro tiene como finalidad primero pedir un rescate, pero también «generar un clima de inseguridad en los campamentos para atemorizar a los cooperantes y donantes».
Ante este secuestro en Tinduf, el cónsul de España en Orán, José Manuel Rodríguez, ha recomendado a los cooperantes españoles que trabajan en los campamentos saharauis de la zona que permanezcan «agrupados» y «localizados», informa Ep.
La familia pide «discreción»
La familia de Enric Gonyalons, el cooperante mallorquín secuestrado en Tinduf (Argelia), considera que es «esencial» mantener la «discreción» para que el caso se resuelva favorablemente y pueda volver a casa cuanto antes. En un breve comunicado, los familiares de Gonyalons expresan su confianza en las gestiones que se están haciendo para lograr la liberación del mallorquín y de las otras dos cooperantes, la extremeña Ainhoa Fernández de Rincón y la italiana Rosella Urru. «Expresamos nuestra confianza en que las autoridades seguirán haciendo todo lo posible para que los tres puedan regresar a casa», afirma la familia.
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