El aparato de seguridad del Frente Polisario sigue los pasos al grupo terrorista que a última hora de la noche del pasado sábado secuestró a tres cooperantes occidentales, entre ellos el mallorquín Enric Gonyalons, en el campamento de refugiados de Rabuni, en territorio argelino. Al parecer, el seguimiento de la cédula terrorista se estaría llevando a cabo en territorio de Mali, país del que presuntamente procederían los secuestradores tras atravesar Mauritania y acceder a Argelia, informó Bucharaya Beyun, delegado saharaui para España.
"El Frente Polisario ha montado un dispositivo para perseguir a los secuestradores y ya ha mantenido contactos con Argelia, Mauritania y Mali, país de donde al parecer procedía el grupo terrorista, para coordinar las labores de persecución con el objetivo de entablar contacto con ellos para poder conseguir su liberación", explicó Beyun.
El delegado saharaui para España criticó esta acción armada contra unos cooperantes que están en los campamentos de refugiados de Argelia para ayudar al pueblo saharaui. "Los terroristas islámicos quieren poner obstáculos a nuestro modelo de convivencia. Quieren sembrar el miedo y la inestabilidad en la zona. Esta acción persigue claramente que se reduzca la cooperación internacional con nuestro pueblo", opinó Beyun, que recalcó que los saharauis "estamos atenazados por una parte por Marruecos y por la otra por el terrorismo extremista".
Además, la actitud del Frente Polisario, muy activo contra el tráfico de armas destinado a estos grupos integristas en la región, tampoco le habría ayudado a granjearse las simpatías de las cédulas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que tampoco verían con muy buenos ojos que las autoridades saharauis restringiesen el acceso a las páginas de internet extremistas en los campamentos de refugiados de Tinduf.
Este secuestro echaría por tierra además las tesis defendidas por la prensa oficialista marroquí en el sentido de que el Frente Polisario tendría una cierta connivencia con los grupos de AQMI.
De otro lado, ayer trascendieron más datos del secuestro de Enric Gonyalons y sus compañeras Ainhoa Fernández y la italiana Rossella Urru, que tuvo lugar el pasado sábado a las 23:54 horas cuando cinco hombres armados penetraron en el protocolo de Rabuni, como se denominan a las residencias de los cooperantes occidentales en los campamentos de refugiados.
Tras confirmarse que Enric Gonyalons podría haber resultado herido durante el asalto, aunque se desconocía la gravedad de sus heridas, ayer también se supo que uno de los trabajadores saharauis, miembro del equipo de oftalmología del ministerio de sanidad de la RASD, habría recibido un disparo en el cuello durante el asalto. Al parecer, después del asalto, los secuestradores huyeron en un todoterreno al que se le unió otro que se encontraba haciendo labores de vigilancia.
"El Frente Polisario ha montado un dispositivo para perseguir a los secuestradores y ya ha mantenido contactos con Argelia, Mauritania y Mali, país de donde al parecer procedía el grupo terrorista, para coordinar las labores de persecución con el objetivo de entablar contacto con ellos para poder conseguir su liberación", explicó Beyun.
El delegado saharaui para España criticó esta acción armada contra unos cooperantes que están en los campamentos de refugiados de Argelia para ayudar al pueblo saharaui. "Los terroristas islámicos quieren poner obstáculos a nuestro modelo de convivencia. Quieren sembrar el miedo y la inestabilidad en la zona. Esta acción persigue claramente que se reduzca la cooperación internacional con nuestro pueblo", opinó Beyun, que recalcó que los saharauis "estamos atenazados por una parte por Marruecos y por la otra por el terrorismo extremista".
Además, la actitud del Frente Polisario, muy activo contra el tráfico de armas destinado a estos grupos integristas en la región, tampoco le habría ayudado a granjearse las simpatías de las cédulas de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que tampoco verían con muy buenos ojos que las autoridades saharauis restringiesen el acceso a las páginas de internet extremistas en los campamentos de refugiados de Tinduf.
Este secuestro echaría por tierra además las tesis defendidas por la prensa oficialista marroquí en el sentido de que el Frente Polisario tendría una cierta connivencia con los grupos de AQMI.
De otro lado, ayer trascendieron más datos del secuestro de Enric Gonyalons y sus compañeras Ainhoa Fernández y la italiana Rossella Urru, que tuvo lugar el pasado sábado a las 23:54 horas cuando cinco hombres armados penetraron en el protocolo de Rabuni, como se denominan a las residencias de los cooperantes occidentales en los campamentos de refugiados.
Tras confirmarse que Enric Gonyalons podría haber resultado herido durante el asalto, aunque se desconocía la gravedad de sus heridas, ayer también se supo que uno de los trabajadores saharauis, miembro del equipo de oftalmología del ministerio de sanidad de la RASD, habría recibido un disparo en el cuello durante el asalto. Al parecer, después del asalto, los secuestradores huyeron en un todoterreno al que se le unió otro que se encontraba haciendo labores de vigilancia.
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