lunes, 7 de abril de 2014

La cuestión del Sahara vuelve al Consejo de Seguridad


TXEMA SANTANA

En las próximas semanas la cuestión del Sahara Occidental, casi como llueve cada invierno, volverá al Consejo de Seguridad. Será una primera toma de contacto. Una reunión considerada casi de consultas y en la que es probable que Christopher Ross,enviado personal para el Sahara Occidental del Secretario General de Naciones Unidas. Será sin presencia de los medios de comunicación, informe sobre el resultado que han tenido sus visitas a la zona afectada por la invasión marroquí y a los campamentos donde miles de saharauis permanecen desplazados de su territorio.


Como novedad con respecto a las anteriores ocasiones, encontramos que durante el último año apenas ha habido contacto formal entre Marruecos y el Polisario. Anteriormente, se venían dando reuniones que habían bautizado como ronda de negociaciones y que apenas daban frutos. En este tiempo, sin embargo, Ross sí ha visitado la zona, cosa que sus predecesores no hicieron. 

El 27 de enero de 2012 en GuinGuinBali adelantamos que la ONU había cambiado de estrategia en el Sahara Occidental, dado que la utilizada hasta el momento no estaba dando resultados. Las posiciones seguían encontradas, por antagónicas, y porque cada una de ellas contiene elementos que generan el rechazo inmediato de la otra parte en conflicto. Según se ha podido saber, Christopher Ross podría poner sobre la mesa en la reunión que se celebrará el próximo 17 de abril el nuevo camino que ha trazado y que supone dar pasos, vía comercio, para establecer una relación oficial entre el Sahara Occidental y Marruecos. Esas normas mínimas de relación comercial entre partes significaría la toma en consideración del territorio saharaui como un sujeto, sino independiente, sí diferente a Marruecos. El resultado de esta relación comercial previa a cualquier otro paso, también conllevaría, en una fase posterior, un reglamento impositivo que podría dejar beneficios en la República Árabe Saharaui Democrática, pero entendida, inicialmente, dentro del territorio marroquí como “una provincia del Sur”, como la denominan en Marruecos. Los miembros del Consejo de Seguridad ya tienen constancia de esta línea de trabajo del enviado personal del secretario general y lo han dejado trabajar. No significa esto que suponga un apoyo a la misma, pero sí una consideración efectiva que podría dar sus resultados y suponer un cambio, por leve que sea, en la situación de estancamiento absoluto que se encuentra la resolución del conflicto.

Esto ocurrirá en Nueva York. Mientras tanto, en la zona invadida por Marruecos y en los campamentos de refugiados la letanía tiene la misma banda sonora de todos los años. Se observa como el paso del tiempo no hace sino suponer un mayor aplastamiento por parte de Marruecos a todo lo que tenga que ver con la República Árabe Saharaui Democrática. Miles de saharauis siguen exilados en otros países, entre ellos España, y más de 100.000 están desplazados en los campamentos de refugiados esperando desde hace décadas una solución. Sin embargo, en los cascos azules que están desplazados en el terreno algo parece haber cambiado. Siguen sin tener potestad las continuas violaciones de Derechos Humanos que se producen en El Aaiún, Smara o Dakhla. Desde la llegada del alemán Wolfgang Weisbrod-Weber como jefe de la Misión, esta ha tomado otro cariz. Cambios leves que han caído bien en el bando saharaui. Ha visitado y mantenido reuniones, al menos, en dos ocasiones los campamentos de refugiados. Marruecos, sin embargo, mira con cierto esceptiscismo este acercamiento.

En cualquier caso habrá que esperar para observar hasta dónde quiere llegar Ross en la próxima reunión y si decide que es el momento de avanzar. La castigada credibilidad de MINURSO y, por ende, de Naciones Unidas también se juegan mucho en la eterna prolongación de la invasión marroquí en el Sahara Occidental.

Fuente: http://www.guinguinbali.com/
Foto de archivo

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