PRESIDENTE NACIONAL DE LA LIGA ESPAÑOLA PRO DERECHOS HUMANOS
B. BLANCO GARCÍA A punto de participar en el XIII Congreso del Frente Polisario en Tifariti, el zamorano Francisco José Alonso Rodríguez, natural de Alcañices y presidente de la Liga Española de Derechos Humanos y Federación Española Pro Derechos Humanos, reconoce que la única salida que tiene el pueblo saharaui en la actualidad es la vuelta a las armas, una vez que se ha comprobado que el diálogo con Marruecos no ha dado sus frutos en todos estos años.
-¿Qué se va a tratar en el XIII Congreso del Polisario, donde usted estará presente, del 15 al 19 de diciembre?
-Tiene que haber una renovación de la dirección del Frente Polisario y hacerse una declaración con lo que quiere el pueblo, que es la vuelta a las armas. El tiempo de la negociación ha terminado para ellos, es lo que quieren y lo que trasmiten a su dirección. Ese congreso tiene lugar tras veinte años de la entrada en vigor del plan de arreglo de las Naciones Unidas y de la Unidad Africana para el Sáhara Occidental que, tras múltiples rondas de negociaciones entre el Frente Polisario y Marruecos, se ha comprobado que el obstáculo principal que impide el progreso hacia una solución justa y duradera del conflicto es la posición de Marruecos de rechazar la consulta democrática del pueblo saharaui. Con esta situación, está claro que no queda más remedio que declarar la guerra a Marruecos.
-¿No es una afirmación demasiado dura?
-Un alto representante del pueblo saharaui me decía hace unos días «tenemos derecho a elegir dignamente nuestra muerte, no podemos seguir así». Y tenía razón, no pueden seguir muriendo día a día sin dignidad y amedrentados por un ejército ocupante y unos colonos marroquís que son usados como fuerza de choque contra los saharauis.
-¿Cuál será la posición de la Liga Española Pro Derechos Humanos si se da esta circunstancia?
-La Liga vela y lucha por el procedimiento pacífico y el diálogo, pero Marruecos no permite el diálogo, como se lleva viendo desde hace treinta años, sino por la imposición. Al pueblo le ampara la doctrina de Naciones Unidas, que permite que los países que son dominados puedan utilizar las armas y que países externos les puedan ayudar, todo lo contrario que al país invasor.
-¿Qué postura debería tomar entonces España?
-Creo que España debe estar del lado del Polisario. Ante todo, porque es la potencia administradora y está haciendo dejación de sus funciones desde hace muchos años.
-¿Esperan el apoyo del nuevo gobierno del Partido Popular?
-Por supuesto. Hay que reconocer que durante el gobierno de José María Aznar siempre se estuvo del lado del Polisario. Además, en los últimos años, una de las manos derechas de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, ha estado presente conmigo en todas las manifestaciones a favor del pueblo saharaui, portando pancartas y pidiendo la autodeterminación. Esperemos que no ocurra lo mismo que con Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores, que pasó de llevar las pegatinas de autonomía y referéndum para el Sáhara Occidental, a cambiar de chaqueta en el momento en que llegó a ministra. Esperemos que el equipo de gobierno de Rajoy siga la línea de su política sobre el Sáhara como hasta ahora.
-¿Es una luz de esperanza?
-Así lo esperamos, porque hasta ahora, como sucediera cuando gobernó José María Aznar, Moragas ha estado en primera línea de lucha, a favor del pueblo saharaui. Esperamos que siga trabajando así, tenga el cargo que tenga en el nuevo gobierno.
-Desde su conocimiento de la situación del Sáhara Occidental, ¿cómo está viviendo la población la situación actual?
-En la zona ocupada la gente vive indignamente humillada, mientras que en la zona de los campamentos de Tinduf tienen una situación de tranquilidad pacífica, pero deseando dejar de vivir en precario, con las maletas hechas, esperando volver a su territorio. Por eso la gente pide al Polisario que ha pasado el tiempo de la negociación y hay que volver a la acción armada cuando antes.
-Desde la Liga Española Pro Derechos Humanos, ¿cómo se valora el proceso electoral vivido recientemente en Marruecos?
-Aparte de defensores de los derechos humanos, en la Liga nos preocupa como estudiosos de la sociedad el clima social que viven los países y, sobre todo, estamos informados permanentemente desde varios puntos de vista de la situación en que se encuentra Marruecos y estamos interesados en participar simbólicamente en que lleguen a buen término todas las reformas que se están dando hoy día. La celebración de las elecciones es para nosotros muy positivo. Pero hay que tener encuentra que están votando solo el 25% de los que tienen derecho a votar, ya que un porcentaje muy importante no se inscriben para ejercer el derecho al voto. Hay que trabajar para que esto no suceda y en eso tienen mucha parte de culpa los partidos políticos. Se tiene que trabajar mucho para que los islamistas de Justicia y Caridad se incorporen a la vida política, así como el movimiento 20 de Febrero.
-¿Cómo valora el triunfo de los islamistas moderados?
-Muy positivamente, ya que no podría ser de otra forma, es el deseo del pueblo marroquí. Pero nos atrevemos a opinar que tienen que gobernar para todos y son aproximadamente el 25% de los diputados. Sobre todo, hay que pensar que la religión hoy no se puede llevar al ámbito de la vida pública , debe quedarse en el ámbito privado. De no ser así, sería muy peligroso, ya que las fuerzas políticas tradicionales en Marruecos siguen y seguirán teniendo en sus manos todos los resortes reales del poder. Esta es mi posición y así la expresé hace unos días ante una reunión de imanes de Europa que me invitaron a dar una conferencia para que expusiera los puntos de vista de la Liga Española Pro Derechos Humanos sobre temas de religión e islamofobia en Europa.
-¿La llegada de los islamistas moderados puede ayudar en cierta medida a solucionar el conflicto del Sáhara?
-El problema del Sáhara Occidental ya tenía que estar solucionado, pues desde diciembre de 1965 la Asamblea General de la ONU aprueba la primera resolución relativa al Sáhara Occidental, donde se insta a España a «adoptar inmediatamente todas las medidas necesarias para la descolonización del territorio». Así como en 1981, en la cumbre de la OUA en Nairobi, Hassan II acepta celebrar un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Y sobre todo, hay que respetar las resoluciones de Naciones Unidas. Marruecos está en una situación de ser uno de los países de referencia en el mundo árabe, pero antes tiene que resolver el conflicto del Sáhara Occidental.
-¿Qué ofrece la Liga Española Pro Derechos Humanos en este sentido?
-Llevamos muchos años promoviendo una entrevista entre la máxima autoridad marroquí y la representante del pueblo saharaui, siendo nosotros los garantes de ella. Sé que por parte de los saharauis no hay problemas para su celebración, pero por parte marroquí nunca tenemos respuesta. Me temo que en el entorno del rey hay muchos obstáculos de intereses privados para convencerlo de este encuentro, que estoy seguro que él no lo vería mal.
Alcañices, 1946
Presidente nacional desde hace quince años de la Liga Española pro Derechos Humanos y de la Federación Española Pro Derechos Humanos, Francisco José Alonso Rodríguez es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, ex parlamentario y fundador del partido Unión Centrista Liberal (UCL). Recientemente se ha jubilado como trabajador de la empresa Telefónica, para la que ha estado trabajando en Madrid desde 1968. Concienciado con la causa del Sáhara Occidental desde sus inicios, reconoce que su máxima preocupación está en la defensa de los derechos humanos «como principio para iniciar un diálogo por ambas partes».
-¿Qué se va a tratar en el XIII Congreso del Polisario, donde usted estará presente, del 15 al 19 de diciembre?
-Tiene que haber una renovación de la dirección del Frente Polisario y hacerse una declaración con lo que quiere el pueblo, que es la vuelta a las armas. El tiempo de la negociación ha terminado para ellos, es lo que quieren y lo que trasmiten a su dirección. Ese congreso tiene lugar tras veinte años de la entrada en vigor del plan de arreglo de las Naciones Unidas y de la Unidad Africana para el Sáhara Occidental que, tras múltiples rondas de negociaciones entre el Frente Polisario y Marruecos, se ha comprobado que el obstáculo principal que impide el progreso hacia una solución justa y duradera del conflicto es la posición de Marruecos de rechazar la consulta democrática del pueblo saharaui. Con esta situación, está claro que no queda más remedio que declarar la guerra a Marruecos.
-¿No es una afirmación demasiado dura?
-Un alto representante del pueblo saharaui me decía hace unos días «tenemos derecho a elegir dignamente nuestra muerte, no podemos seguir así». Y tenía razón, no pueden seguir muriendo día a día sin dignidad y amedrentados por un ejército ocupante y unos colonos marroquís que son usados como fuerza de choque contra los saharauis.
-¿Cuál será la posición de la Liga Española Pro Derechos Humanos si se da esta circunstancia?
-La Liga vela y lucha por el procedimiento pacífico y el diálogo, pero Marruecos no permite el diálogo, como se lleva viendo desde hace treinta años, sino por la imposición. Al pueblo le ampara la doctrina de Naciones Unidas, que permite que los países que son dominados puedan utilizar las armas y que países externos les puedan ayudar, todo lo contrario que al país invasor.
-¿Qué postura debería tomar entonces España?
-Creo que España debe estar del lado del Polisario. Ante todo, porque es la potencia administradora y está haciendo dejación de sus funciones desde hace muchos años.
-¿Esperan el apoyo del nuevo gobierno del Partido Popular?
-Por supuesto. Hay que reconocer que durante el gobierno de José María Aznar siempre se estuvo del lado del Polisario. Además, en los últimos años, una de las manos derechas de Mariano Rajoy, Jorge Moragas, ha estado presente conmigo en todas las manifestaciones a favor del pueblo saharaui, portando pancartas y pidiendo la autodeterminación. Esperemos que no ocurra lo mismo que con Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores, que pasó de llevar las pegatinas de autonomía y referéndum para el Sáhara Occidental, a cambiar de chaqueta en el momento en que llegó a ministra. Esperemos que el equipo de gobierno de Rajoy siga la línea de su política sobre el Sáhara como hasta ahora.
-¿Es una luz de esperanza?
-Así lo esperamos, porque hasta ahora, como sucediera cuando gobernó José María Aznar, Moragas ha estado en primera línea de lucha, a favor del pueblo saharaui. Esperamos que siga trabajando así, tenga el cargo que tenga en el nuevo gobierno.
-Desde su conocimiento de la situación del Sáhara Occidental, ¿cómo está viviendo la población la situación actual?
-En la zona ocupada la gente vive indignamente humillada, mientras que en la zona de los campamentos de Tinduf tienen una situación de tranquilidad pacífica, pero deseando dejar de vivir en precario, con las maletas hechas, esperando volver a su territorio. Por eso la gente pide al Polisario que ha pasado el tiempo de la negociación y hay que volver a la acción armada cuando antes.
-Desde la Liga Española Pro Derechos Humanos, ¿cómo se valora el proceso electoral vivido recientemente en Marruecos?
-Aparte de defensores de los derechos humanos, en la Liga nos preocupa como estudiosos de la sociedad el clima social que viven los países y, sobre todo, estamos informados permanentemente desde varios puntos de vista de la situación en que se encuentra Marruecos y estamos interesados en participar simbólicamente en que lleguen a buen término todas las reformas que se están dando hoy día. La celebración de las elecciones es para nosotros muy positivo. Pero hay que tener encuentra que están votando solo el 25% de los que tienen derecho a votar, ya que un porcentaje muy importante no se inscriben para ejercer el derecho al voto. Hay que trabajar para que esto no suceda y en eso tienen mucha parte de culpa los partidos políticos. Se tiene que trabajar mucho para que los islamistas de Justicia y Caridad se incorporen a la vida política, así como el movimiento 20 de Febrero.
-¿Cómo valora el triunfo de los islamistas moderados?
-Muy positivamente, ya que no podría ser de otra forma, es el deseo del pueblo marroquí. Pero nos atrevemos a opinar que tienen que gobernar para todos y son aproximadamente el 25% de los diputados. Sobre todo, hay que pensar que la religión hoy no se puede llevar al ámbito de la vida pública , debe quedarse en el ámbito privado. De no ser así, sería muy peligroso, ya que las fuerzas políticas tradicionales en Marruecos siguen y seguirán teniendo en sus manos todos los resortes reales del poder. Esta es mi posición y así la expresé hace unos días ante una reunión de imanes de Europa que me invitaron a dar una conferencia para que expusiera los puntos de vista de la Liga Española Pro Derechos Humanos sobre temas de religión e islamofobia en Europa.
-¿La llegada de los islamistas moderados puede ayudar en cierta medida a solucionar el conflicto del Sáhara?
-El problema del Sáhara Occidental ya tenía que estar solucionado, pues desde diciembre de 1965 la Asamblea General de la ONU aprueba la primera resolución relativa al Sáhara Occidental, donde se insta a España a «adoptar inmediatamente todas las medidas necesarias para la descolonización del territorio». Así como en 1981, en la cumbre de la OUA en Nairobi, Hassan II acepta celebrar un referéndum de autodeterminación del Sáhara Occidental. Y sobre todo, hay que respetar las resoluciones de Naciones Unidas. Marruecos está en una situación de ser uno de los países de referencia en el mundo árabe, pero antes tiene que resolver el conflicto del Sáhara Occidental.
-¿Qué ofrece la Liga Española Pro Derechos Humanos en este sentido?
-Llevamos muchos años promoviendo una entrevista entre la máxima autoridad marroquí y la representante del pueblo saharaui, siendo nosotros los garantes de ella. Sé que por parte de los saharauis no hay problemas para su celebración, pero por parte marroquí nunca tenemos respuesta. Me temo que en el entorno del rey hay muchos obstáculos de intereses privados para convencerlo de este encuentro, que estoy seguro que él no lo vería mal.
Alcañices, 1946
Presidente nacional desde hace quince años de la Liga Española pro Derechos Humanos y de la Federación Española Pro Derechos Humanos, Francisco José Alonso Rodríguez es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, ex parlamentario y fundador del partido Unión Centrista Liberal (UCL). Recientemente se ha jubilado como trabajador de la empresa Telefónica, para la que ha estado trabajando en Madrid desde 1968. Concienciado con la causa del Sáhara Occidental desde sus inicios, reconoce que su máxima preocupación está en la defensa de los derechos humanos «como principio para iniciar un diálogo por ambas partes».
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