Entrevistado por Said Zarwal
En
primer lugar, como representante del Frente Polisario en Brasil, ¿cómo has
recibido la noticia de la reciente decisión tomada por la cámara baja de los
diputados de este país que consiste en establecer relaciones diplomáticas con
la RASD?
Les agradezco la oportunidad que nos
brindan, para hacer una serie de reflexiones, a partir de la reciente decisión
de la Cámara de los Diputados de la Hermana República del Brasil, que insta a
la Presidenta de la nación, a establecer relaciones diplomáticas con nuestro
país.
La Resolución 6225, es en primer
lugar un reconocimiento al derecho de nuestro pueblo a la independencia. Segundo,
es un rotundo apoyo al Estado Saharaui, a seguir ampliando su espacio en el
concierto internacional, en igualdad de condiciones con el resto de las
naciones. Y tercero, al expresar dicho reconocimiento, el Congreso del Brasil, no
solo evocó de manera meritorio, la trayectoria histórica de lucha del pueblo
saharaui por su autodeterminación, destacando sus principales rasgos de
sociedad abierta y tolerante, sino también, puso en valor, nuestro comprobado
empeño en seguir resistiendo dignamente, el último caso de colonialismo en
áfrica. Los anteriores elementos, son
los mismos que marruecos intenta negar en solitario, desde hace más de 39 años.
En los momentos que atraviesa
nuestra lucha, la decisión del Parlamento del Brasil, representa un apoyo moral
y político de gran trascendencia, a
nuestras ansias de plena libertad, al tiempo, que es una condena a marruecos,
en la esquina de la memoria, donde siguen repudiados, regímenes de un pasado no
muy lejano, como el de Pinochet, Strosner, Videla o el régimen segregacionista
del Apartheid.
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Brasil
es un país con un gran peso a nivel internacional al igual que su peso a nivel
continental, además, forma parte de la organización BRICS, ¿cómo crees que va a
ser el impacto de semejante decisión en la diplomacia marroquí en
Latinoamérica?
La solicitud del reconocimiento
con una cerrada unanimidad, es un mensaje claro a marruecos que las cosas, no
volverán a ser como como antes en este país. En virtud de esta Indicación del Congreso, Brasil estaría
emplazado desde ya, a acometer pasos en sus relaciones con la República
Saharaui; hacia la defensa de los derechos humanos en el territorio y hacia la
asistencia de los refugiados.
El liderazgo que juega este país en
la región, su activismo y el de sus instituciones, ante situaciones de política
internacional, es seguido de muy cerca e incluso imitado, por sus socios en
UNASUR, CELAC y MERCOSUR.
No hay la menor duda, en que
dicho acuerdo, seguirá animando parlamentos nacionales y regionales, a
persistir en su apoyo a la causa saharaui y en sus demandas, por fin a la ocupación
ilegal de marruecos a nuestro territorio.
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¿Nos
puede usted dar más aclaraciones sobre esa decisión de la cámara baja de
Brasil, la cual solicita explícitamente a la presidenta reconocer a la República
Saharaui?
Me gustaría resaltar que una
decisión de estas características, ha comportado en su ejecución el aporte de
muchos aliados y solidarios con la causa saharaui dentro y fuerza del Congreso,
desde que comenzó a gestarse, en un esfuerzo ya más centrado, desde diciembre
de 2013. Desde entonces, las acciones han pasado la fase de la difusión y la
sensibilización periódica, o lo que podríamos llamar, de toma de pulso, a, centrarse
para este fin en concreto. Es decir, ayudar en mejorar, las acondicionantes
políticas, que permitan al gobierno del Brasil, apostar por una decisión
correcta. Para ello, no era suficiente, el apoyo de una parte de los diputados,
ni tan siquiera, de una mayoría simple.
Las autoridades saharauis
organizaron encuentros con todos los grupos políticos, independientemente del
signo, con presidentes y miembros destacados de la comisión de relaciones
internacionales y de derechos humanos. Era esencial, explicar a los
legisladores, nuestros argumentos de forma serena y coherente. Nuestros aliados,
lanzaron importantes iniciativas legislativas, a los largo de los anteriores
meses, como interpelaciones al gobierno y dos audiencias públicas en Diciembre
de 2013 y Abril 2014, con la asistencia de representantes del gobierno,
expertos, periodistas y cuerpo diplomático.
En ese esfuerzo de trasmitir de
forma cabal el punto de vista del Frente Polisario y de la República saharaui,
visitaron el país, el Canciller de la República y el Ministro para las relaciones
con américa Latina, con excelente acogida por parte de los representantes del
gobierno y de las instituciones. Sumado, a un excelente trabajo previo de
opinión realizado por el anterior representante del Frente Polisario, actual
ministro de las Relaciones con África.
La Indicación fue acompañada
además, con otra iniciativa, en la que doce de las mayores organizaciones
cívicas y sindicales del país, expresaron al Gobierno la misma inquietud y
fueron claves, en la movilización del apoyo de los grupos políticos dentro del
Congreso.
A estos y a todas las fuerzas
políticas brasileñas, la más sincera gratitud del pueblo saharaui y del Frente
Polisario por su solidaridad.
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¿Sabe
usted si existe alguna presión sobre el gobierno de Brasil para intentar
disuadirle para que rechace la petición de los diputados? En virtud de su
trabajo anterior como representante del frente Polisario en Chile, ¿crees que
la reciente decisión tomada por la cámara baja de Brasil va animar a otros
parlamentos para optar por la misma decisión en sus países?
La diplomacia marroquí, se basa
en un ideario, que combina a la perfección y según lo amerite la ocasión, tres prácticas,
propias de un ente mafioso, altamente fino en los métodos de dosificación del
chantaje.
La Primera es, la del marruecos,
de las “mil y una noches”; un reino de barra libre para los “amigos”. Un
régimen, capaz de saciar todas las veleidades, caprichos y fantasías terrenales
de un séquito de clientes, cuidadosamente seleccionados, a cuanto más
influyentes, mejor. Los beneficiados, devenidos en lobistas del Majzan, salen
con una losa en el pecho y un encargo entre las cejas.
Portadores de una Condecoración Real
de una monarquía feudal, sus funciones son básicamente tres: combatir allí, donde
quiera que esté, el mínimo peligro de exponer el tema del Sahara Occidental a
la palestra. Invisibilizar el conflicto, relativizar su impacto y ningunear sus
víctimas, es su más premiada encomienda. Instalarse como “consejeros” de
cabecera, en temas del Magreb a cuanto gobierno o medio de prensa que se les
ofrece; y por último, repetir como un mantra y en toda ocasión, las maravillas
de un oasis de democracia y libertades en la región, llamado marruecos, que el
mundo pierde el placer de descubrir, con cada día que pasa. Esta carta, tuvo sus “tiempos de gloria”, no
sin antes comprometer posiciones de principio de gobiernos y personalidades que se presentaban
como serios, y que con el paso del tiempo, quedaron muy mal damnificados.
La Segunda práctica, es la del
marruecos Mesiánico. Aquel, que aunque incapaz de sacar a su población de los
índices más alarmantes de la miseria humana, o de justificar, el por qué se
embarcó en una costosa aventura colonial, no se arruga, al presentase como un
salvador; un amigo con “vastas influencias”, que aparece, justo en los malos momentos,
a prestar una mano generosa.
Esta quizá, es la posición donde,
se sienta más a gusto su diplomacia. Dominan a la perfección los rituales,
gestos y ademanes de la situación, ancladas en su naturaleza aristocrática y
feudal, que combina una imponente carga de servidumbre, con un desprecio y
sometimiento al otro.
En este rubro entrarían, pequeños
estados, aquí y allá; algunos gobiernos alineados con la francofonía y todos
los que estuvieran en un momento dado, atravesando coyunturas políticas adversas;
sea como consecuencia de golpes de estado, quiebras del orden institucional, amenazas
terroristas o, “el diluvio universal”. La única, modesta e insignificante
solicitud del cortejo real, es que el gobierno en cuestión, no decline por
cortesía, emitir por anticipado, aquí y ahora, una declaración, papel o
comunicado; ni falta hace muchas veces, que estuviese sin sellar ni firmar;
donde diga, por el motivo más burdo que se le ocurra, que congela las
relaciones diplomáticas con la República saharaui, o en su caso, que recuerda,
que presionar a un amigo en los foros internacionales, no será de recibo.
Esta estrategia, suele introducirse
muy sigilosamente, ante gobiernos más bien de relativa influencia, a través de
un instrumento de relaciones bilaterales denominado, Acuerdo Marco de
Cooperación y/o de Consultas Políticas, del cual marruecos, es un aisduo
usuario y en donde, por la parte que le corresponde, sus resultados, jamás
verán la luz.
Para todos los casos restantes, tan
solo la amenaza del veto francés, ha demostrado ser suficiente.
Los anteriores métodos, aunque
caídos en desgracia, por el empoderamiento cada vez más fuerte de los pueblos
en sus asuntos de soberanía nacional, de vez en cuando marruecos, se aferra a
un clavo ardiendo de este tipo, muy a sabiendas, que la fuerte solidaridad
internacional y la eficacia y habilidad de la diplomacia saharaui lo revertirá,
más temprano que tarde.
El desconcierto de la diplomacia
marroquí, viene dado, y es a mí entender la tendencia general imperante, cuando
ante nuevas circunstancias, tenga que lidiar con regímenes con alto estandarte
democrático; en un tiempo marcado por las diversificadas formas de resistencia
del pueblo saharaui; su amplio movimiento de solidaridad; con la insistencia de
la diplomacia del Frente Polisario y el cansancio de la comunidad internacional.
En ese escenario, ninguna de las anteriores prácticas, pueda ya, dar más de sí.
En muchas cancillerías, ya no dudan en expresar a
marruecos de forma directa, su disconformidad con la injustificada postura de
dilatar hasta la extenuación el referéndum de autodeterminación; su
contrariedad por la escandalosa violación a los derechos humanos que comete en
los territorios ocupados, así como su rechazo, por las inaceptables
intromisiones en asuntos de soberanía nacional, a causa de posiciones avanzadas,
de apoyo a la causa saharaui y a su República. En muchas otras, esperan al
menos, que marruecos hable de una cosa distinta, que no sea el Sahara
Occidental.
El empoderamiento de las naciones
sobre su soberanía nacional en su política exterior, insisto, así como el
fuerte impacto cada vez más creciente, que tienen sobre esta, la opinión de sus
instituciones, partidos, media, sociedad civil, e incluso, emergentes intereses
nacionales estratégicos, que no necesariamente corresponden con la visión marroquí, bloquean las viejas formas de
actuar de su diplomacia.
Incapaz de encontrar homologables
herramientas de reacción, mínimamente de
decoro ante el otro, que respondan a instrucciones casi kamikazes, que vienen insistentemente
a modo de edictos desde Palacio, los embajadores marroquíes, se atascan y con
visibles signos de desgaste, se empieza a anotar su desmoralización y efecto de
retirada. Las diplomacias aliadas, Francia, España y arabia saudí, que servían
y sirven aun, de sostén suplementario a sus carencias, no les profesan, la
incondicional disposición de antaño, a intervenir con entusiasmo ante
determinadas instancias o gobiernos, aun cuando su larga mano, sigue detrás, de
la tímida postura de algunos estados o
la dubitativa, de otras tantas instituciones. Sin embargo, crece el número de
países, que intercede en nombre del pueblo saharaui y sus derechos ante
gobiernos amigos e instituciones internacionales.
Al mismo tiempo, las ingentes
cantidades de dinero, invertidas en declarados lobys de presión, en Europa, Estados
Unidos y las Naciones Unidas, han acabado en que estos, le terminan llamando la
atención al pagador, poniendo plazos fijos a sus desmanes en el tema del Sahara
Occidental, reprochar su deficitario sistema judicial y su, más que precario
régimen de libertades.
Abrumada por el desconcierto, la
diplomacia marroquí, saca al césped cuando convenga, la entrenada Tercera
práctica. La de la víctima airada; cuyo honor de sangre azul, se ha puesto en
cuestión de forma inclemente e injustificada, no solo por el congreso de Brasil
en este caso, o el de chile, Suecia, Italia o Colombia -para citar algunos de
los últimos ejemplos -sino también, por parte del Secretario General de las
Naciones Unidas; su entorno; su Enviado Especial; la Unión Africana; la prensa
libre; las organizaciones internacionales; los relatores de derechos humanos;
el parlamento Europeo…
Sintiéndose incomprendida, y mal retribuida
por los “altos servicios prestados”, por parte de los que había considerado aliados
y cómplices de travesuras, se lamenta la poca sensibilidad de un mundo cruel,
que es incapaz de ver, por último, la enorme importancia, de la estabilidad de
la monarquía marroquí. Sobre esta última tesis, su diplomacia y lobistas, intentan
asentar un frágil andamiaje argumentario, que liga de forma sorprendente, el
apoyo a la independencia del Sahara occidental, con un supuesto tiro de gracia en
ciernes a la monarquía, de consecuencias alertan, devastadoras.
Por todo lo que se juega Brasil
en un tema de elemental justicia, marruecos no esta en condiciones de poder
torcer, la voluntad de un país como Brasil. Lo contrario sería cuanto menos, lamentable.
La Indicación 6225, está ahora
sobre la mesa de Presidenta de la República, que es, la que en definitiva le
corresponde la decisión final, en una temática como la que nos ocupa. Y lo que
viene a anticipar el Parlamento a la mandataria es: usted, goza de nuestro
total y absoluto apoyo a acometer, la decisión de establecer relaciones
diplomáticas con la República Saharaui, en los mismos términos que en su día,
se confirieron al estado de Palestina.
Lo anterior, en política, es un signo muy importante, toda
vez que los gobiernos, al tomar una decisión de política internacional, lo
hagan además, movidos por una cuestión de consenso, en su política nacional. La
resolución en poder de la Presidenta, está firmada por los 22 líderes de partidos
que conforman la Cámara, incluidos, el líder de su partido; las formaciones políticas de base de su
gobierno, así como, por los líderes del resto de formaciones, que se presentan
a las elecciones presidenciales.
Es nuestro deseo, que la
Presidenta apueste, por las innumerables ventajas políticas y estratégicas de
establecer relaciones con la República Saharaui, ahora y de cara al futuro, en
una decisión que vaya a consolidar, por
lo demás, el lugar de Brasil en el mundo y en concreto, hacia nuestras naciones
y pueblos africanos, azotados por una larga noche colonial.
Del mismo modo y es la más
urgente, porque la decisión de reconocer
a la RASD, tendría su gran impacto positivo, en allanar el camino hacia
una solución justa, la que una de las partes, se niega a aceptar, precisamente,
porque entre otras cosas, mal interpreta y usa a su favor, la posición - que
algunos la describen de tibia y hasta de ambigua - de países de peso como Brasil,
para seguir alimentando su rebeldía contra la legalidad internacional.
Marruecos, ha declarado
públicamente que no piensa aceptar el encargo de la comunidad internacional y
de la legalidad, de ir a un referéndum de autodeterminación. Lo ha puesto por
escrito. Y si a fecha de hoy, el Secretario General de las Naciones Unidas,
llama al Consejo de Seguridad, a revisar el marco que había servido de argumento
para las negociaciones desde Abril de 2007, poniendo como plazo, Abril del 2014,
los gobiernos, tendrán que fijarse detenidamente en, qué había pasado entonces
y desde entonces.
Recordemos que el 09 de Abril de
2004, Marruecos le comunica a las Naciones Unidas, su decisión de desligarse
definitivamente, de la idea del referéndum y solo aceptaría hablar, en lo
sucesivo, de una propuesta de autonomía innegociable, que empieza a presentar
en todas las fiestas, ferias y rodeos, a partir del 2007. La conducta de
Marruecos, fue trasmitida y transcrita por el Secretario General, en su informe
al Consejo de Seguridad, del 23 de Abril del mismo año.
Si el organismo mundial, diez
años después, llama a revisar ese marco, lo que está diciendo, es que,
certifica la defunción de un argumento, que solo había servido de diatriba para
boicotear, el principio central, de consultar al pueblo saharaui sobre su
futuro; consolidar la ocupación a través del saqueo de los recursos naturales y
ensañarse, sin miramientos, en los civiles saharauis dentro de los territorios
ocupados.
Ante este contexto, pocas son las
alternativas que restan ante muchos gobiernos, llamados, a mover ficha.
Nosotros creemos firmemente, que esos
deberían ser los elementos que animen a Brasil, a mover la suya y que el
congreso de los diputados, ha concretizado en el establecimiento de relaciones
diplomáticas con la República Saharaui. El mismo contexto y motivación, que
curiosamente, animo a otro país como Brasil, miembro del BRICS, Sudáfrica, a
que en las mismas fechas, el 01 de Agosto de 2004, comunicara su decisión de
marcar distancia con la rebeldía marroquí contra la legalidad internacional, y estableció
relaciones plenas con el Estado Saharaui.
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